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¿Estrategia para la “corrección” o para el derrocamiento del sistema?


Artículo del Departamento de Relaciones Internacionales del CC del KKE

Como es bien sabido, el KKE, en su carta a los Partidos Comunistas y Obreros de Europa del 1 de diciembre de 2010, hacía un llamamiento a debilitar el PIE y abandonarlo porque es una herramienta para atrapar a las fuerzas revolucionarias en el marco del capitalismo y actuar como “muleta” de la socialdemocracia.

Esta iniciativa del KKE provocó, como se esperaba, discusiones dentro de varios partidos que son miembros u observadores del PIE. Al mismo tiempo, se convirtió en el blanco de los ataques de fuerzas que buscan un mayor alejamiento del movimiento comunista de sus tradiciones y principios revolucionarios. Y así, se elevó una crítica contra nuestro partido completamente sin fundamento y ofensiva, relativa a que nosotros supuestamente lanzábamos al PIE “acusaciones falsas y sin fundamento”. Al mismo tiempo afirmaban que el KKE es de la opinión que “el PIE divide a la izquierda”. En realidad, un lector cuidadoso de la carta del KKE verá que hay una referencia al “papel divisor y socavador del PIE contra el movimiento comunista internacional”. Una demostración simbólica de esto fue la organización del congreso del PIE en la misma fecha que el Encuentro Internacional de PPCC de Sudáfrica.

¿Simple aritmética o … “álgebra” política?

Quienes entran en polémicas contra el KKE para apoyar su propia opción de asimilarse el PIE recurren a la vía de “contar” a los partidos que participan en el PIE, incluso a aquellos que estuvieron como observadores en su congreso. Lo que no se tiene en cuenta por esta gente es el contenido político, es decir, la dirección oportunista que el PIE encabeza y a la que trata de arrastrar a estos partidos. El asunto no es el número de partidos que participan, sino el carácter de cada partido tomado individualmente. Muchos de estos partidos son fuerzas que en el pasado se alinearon con la corriente oportunista del “eurocomunismo”, PPCC y otras fuerzas que renunciaron al socialismo y se “socialdemocratizaron” tras las contrarrevoluciones en la URSS y Europa del Este, fuerzas que se han entregado al anticomunismo. Por tanto, no es casualidad que estos partidos jueguen un papel dirigente en el PIE hoy en día y traten de alcanzar lo que no lograron antes: acabar con el movimiento comunista y con los PPCC que se mantuvieron firmes ante la tormenta de las contrarrevoluciones. El objetivo de los oportunistas sigue siendo el mismo: que los PPCC no forjen una estrategia revolucionaria hoy. La cuestión del PIE no es un asunto de simple “aritmética” (de cuántos participan), sino de “álgebra” política (es decir, qué “calidad” política se crea por aquellos que participan en él).

La estrategia oportunista del PIE

La base para los argumentos que el KKE planteó en su carta del 1 de diciembre se sustancia en la propia carta y en el contenido de los documentos congresuales y resoluciones del 3º congreso del PIE.

La muy generalizada referencia al “socialismo con democracia” (que ataca al socialismo que conocimos en la URSS y otros países comunistas mediante la afirmación de que eran supuestamente “no democráticos”) va dirigida a enturbiar. El PIE, en realidad, tal como está claro en su documento congresual, tiene otros objetivos, que se recogen en su consigna “No podemos mejorar el mundo si no lo salvamos, pero podemos salvar el mundo si lo mejoramos”. Lo que el PIE admite en esta consigna es que se esfuerza por alcanzar un capitalismo humanizado, mejorado. En un período en el que los vaivenes del capitalismo están más claros que nunca para los trabajadores, incluso más ahora que el trabajador puede entender a partir de su propia experiencia que el capitalismo, tanto en el período de desarrollo como en el de crisis, es bárbaro y agresivo, el PIE se ha propuesto hacerle un lifting al capitalismo, dejando sin tocar intencionadamente la explotación capitalista y el poder del capital.

Transformación de la misión del Banco Central Europeo. Por medio de la generación de liquidez y en base a criterios sociales, el BCE debería ampliar los créditos a interés bajo a los estados miembros... El tema de los eurobonos para permitir a los estados miembros pedir prestado a tipos de interés razonable... Otra Europa es posible... Luchamos por una refundación democrática de Europa y la UE”. El PIE, con esta posición, demuestra que propone medidas que operan en el marco del sistema capitalista, que tienden a su gestión y son utópicas, puesto que exigen que el capitalismo vuelva a su fase previa premonopolista. Supuestamente, de esta forma se alcanzará la “humanización” del capitalismo, “purgando” de la UE a los que se benefician de ella y del “neoliberalismo”. La ansiedad del PIE por “refundar” la UE, “purificando” y transformando el BCE en una institución supuestamente benévola y favorable al pueblo, demuestra que no tienen relación con el análisis de clase del carácter imperialista de la UE. No obstante, los comunistas que seguimos el marxismo-leninismo sabemos muy bien lo que objetivamente existe en la sociedad capitalista, que este sistema explotador no puede mejorarse por medio de reformas, ni sus organizaciones imperialistas ser refundadas sobre una base favorable al pueblo: sólo pueden ser derrocadas.

“Si la UE no es capaz de detener la especulación, ¿quién lo es?”, se pregunta el PIE. Así queda claro que las ilusiones y esperanzas en los documentos congresuales del PIE sobrepasan las que se encuentran en los documentos de la propia UE imperialista. La posición de un euro-partido se explica por el hecho de que la condición previa de su existencia es su aceptación (en su documento fundacional y en sus estatutos) de los principios de la UE, la eternidad de esta unión imperialista y, así, de la explotación capitalista – de esta forma se fomentan al mismo tiempo las ilusiones de que pueden existir capitalistas que no busquen beneficios.

Cuando el PIE está a favor de un “nuevo proceso democrático basado en la participación activa del pueblo, los parlamentos europeo y nacionales vía nuevos poderes y derechos de participación...”, está planteando de nuevo una visión edulcorada de los parlamentos burgueses que pretende atrapar al movimiento obrero y popular en la lógica en bancarrota del eurocomunismo.

Cuando el PIE escribe que “eso significa que queremos crear un frente político y social contra el neoliberalismo a nivel nacional, así como a nivel europeo”, causa un daño al movimiento popular, porque propaga falsas esperanzas sobre que el capitalismo puede supuestamente resolver los problemas actuales del pueblo, sin que se toquen las relaciones económicas capitalistas ni su superestructura política. Lo que se promueve con estos peligrosos y engañosos “frentes antineoliberales” es la “solución” fallida de las reformas burguesas, dejando la puerta abierta a la socialdemocracia.

En el período en que los socialdemócratas constituyen la “fuerza de ataque” básica del capital para que se apruebe la barbarie antiobrera y la masiva expansión de la pobreza en Europa (por ejemplo en Grecia, España y Portugal), el PIE condena hipócritamente “la gestión neoliberal”, incluso yendo más allá hasta atribuirle el estallido de la crisis capitalista. Así hace como que no ve el carácter de la crisis como del propio sistema capitalista, como una crisis de sobreacumulación que tiene su raíz en la contradicción básica entre capital y trabajo, como los PPCC concluyeron en su Encuentro Internacional en Sudáfrica. Por el contrario, las fuerzas del PIE dejan las verdaderas causas de la crisis capitalista global sin tocar.

Con esta línea, restringen cualquier desarrollo de las luchas de la clase obrera a condenar a “la mala derecha” (por ejemplo Sarkozy en Francia) y así, en esencia, trabajan por el retorno de la socialdemocracia, quien tiene un probado historial de adopción del proyecto antipopular y su continuación de una forma incluso más bárbara que como lo dejaron los gobiernos liberales. Los PPCC que juegan el papel de compañeros de gobierno con la socialdemocracia promueven la misma línea oportunista con el objetivo de hacer avanzar las políticas antiobreras, una línea que, como es bien conocido, llevó a la castración ideológica de los PPCC en Europa en el pasado reciente, a la pérdida de sus conexiones con la clase obrera y las masas populares.

La estrategia revolucionaria del KKE

Las fuerzas del compromiso en el movimiento comunista promueven como su ideal una línea en la que los PPCC juegan un papel “complementario” de la socialdemocracia para crear una denominada “mayoría social por la solidaridad”. El modelo de la “unidad de la izquierda” se promueve en este marco en Grecia y en más sitios.

En relación con la cuestión de las alianzas, el KKE no se sometió a la presión que se ejercida en Grecia con el argumento de la “unidad de la izquierda”. Un argumento que en nuestro país es apoyado por el miembro del PIE, Synaspismos. (Esta organización es una unión de fuerzas oportunistas, algunas de ellas las que abandonaron el KKE en 1968 bajo la bandera del eurocomunismo y en 1991 bajo la bandera del “gorbachevismo”).

El hecho de que el KKE haya rechazado el callejón sin salida de la denominada “unidad de la izquierda” significa que el KKE tiene una política de alianzas que responde a los intereses de la clase obrera, de las capas populares y las necesidades de la lucha de clases. Centramos nuestra atención en la alianza socio-política, que se basa en la acción común y los intereses comunes, en la línea común de lucha de la clase obrera, los autónomos urbanos y rurales. Una alianza que entrará en conflicto con los monopolios y el imperialismo y que al mismo tiempo lucha por otra vía de desarrollo para nuestro país, la vía del poder y la economía populares, en donde los medios de producción serán socializados, habrá planificación central de la economía y control obrero. Para los comunistas no puede haber “poder intermedio” o “sistema intermedio” entre el capitalismo y el socialismo. Para los comunistas, el poder popular y la economía popular significan la sociedad socialista.

El KKE afirma que no se puede tener una situación tan negativa en el movimiento obrero hoy en la que los compañeros del PIE, los burócratas amarillos de la CES, sean dominantes y, por otra parte, exista una alianza política radical a nivel político.

Hoy los PPCC han acumulado una experiencia significativa y pueden liberarse del punto de vista de que una política de alianzas significa unirse con fuerzas que desertaron del movimiento comunista. Hay que extraer las conclusiones necesarias sobre esta deserción. No se salieron de las filas de los PPCC y crearon partidos y grupos oportunistas accidentalmente, no estaban simplemente en desacuerdo con algunos detalles, sino con la esencia, y se pasaron a la sumisión al capitalismo y a defender la perpetuación del sistema explotador. Su respuesta a la pregunta crucial “¿con el pueblo o con los monopolios?” es que tanto en la teoría como en la práctica están con los últimos. Y mientras siguen invocando sus raíces comunistas, llevan a cabo un sistemático ataque anticomunista y antisocialista contra el marxismo-leninsimo; buscan corromper y desarmar ideológicamente a los PPCC, su disolución, sumergirlos en formaciones oportunistas y vehículos que llevan a los brazos de la socialdemocracia. Por tanto, éstas no son fuerzas que “no dicen las cosas tan bien como los comunistas”, sino fuerzas que son hostiles.

En lugar de la unión familiar de las direcciones con las formaciones y partidos oportunistas y la socialdemocracia en el nombre de la “unidad de la izquierda”, de la que el movimiento comunista ha sufrido tanto en el pasado, la principal tarea hoy para los PPCC es la liberación masiva de la clase obrera y las fuerzas populares de la influencia de los partidos burgueses, tanto socialdemócratas como liberales. Sobre esta base, las condiciones previas para la concentración de fuerzas para la alianza social en Grecia se creará por medio de la unión de fuerzas en un frente común de acción de las organizaciones del Frente Militante de Todos los Trabajadores (PAME), la Unión Militante de Agricultores (PASY), la Unión Nacional Antimonopolista de Autónomos y Pequeños comerciantes (PASEVE), la Federación de Mujeres Griegas (OGE) y el Frente Militante de Estudiantes (MAS). Es esta acción común la que determinará con qué rapidez tendremos una alianza socio-política de las fuerzas antiomonopolistas y antiimperialistas plenamente formada a nivel político. En cualquier caso, los comunistas no pueden construir nada sin un trabajo persistente entre las masas, guiado constantemente por la meta estratégica del socialismo y por la alianza que les llevará allí, por el fortalecimiento del partido, que es el líder irreemplazable de la clase obrera.

Ésta es la línea política que el KKE ha seguido desde la salida de las fuerzas oportunistas en 1990, y se ha demostrado que el KKE no sólo no se ha “aislado de las masas”, como algunos habían esperado, sino que ha fortalecido sus vínculos con la clase obrera y las masas populares. Esto se ve en las movilizaciones de masas y las huelgas en las que los comunistas han estado a la vanguardia. También se ve en los resultados electorales, que no son el indicador más importante para los comunistas, pero sí uno de muchos. En las primeras elecciones tras la ruptura (1993) con los oportunistas, el KKE obtuvo el 4,5% (unos 300.000 votos), en 2010 obtuvo casi el 11% y 600.000 votos.

El objetivo de acabar con el imperialismo en lugar de humanizarlo es tan importante como siempre para el KKE. Para el KKE, el frente estable contra el oportunismo es característico de nuestra identidad comunista, marxista-leninista. Esta identidad y su defensa se defienden hoy con el rechazo al PIE y su abandono por los PPCC que son miembros y observadores del mismo. Esta experiencia no está relacionada con las peculiaridades de cada país tomado individualmente. Todo lo contrario, son parte de la riqueza colectiva de experiencias del movimiento comunista. Son principios que constituyen una condición previa en todo período y que son ciertos para todo PC, de manera que puedan superar el desafío de la más dura lucha de clases, acabar con el poder de los capitalistas y construir el socialismo-comunismo.

La posición adoptada en relación con el anticomunismo es un criterio básico

Veinte años después del derrocamiento del socialismo en la URSS y en Europa Oriental y Central, en las condiciones de una crisis capitalista global, los regímenes burgueses y sus mecanismos ideológicos intensifican su ataque contra el movimiento comunista y siguen difamando a la URSS y a las otras democracias populares. Tuvimos un ejemplo reciente de esto en Alemania.

El denominado “motor” de Europa debe estar bien “montado” para poder “impulsar” la rentabilidad del capital. Todas las fuerzas políticas “dominantes”, tanto de “izquierda” como de “derecha” están llamadas a contribuir a este esfuerzo a su manera.

En este país han estado vigentes durante décadas prohibiciones contra los comunistas para impedir que trabajasen en varios puestos del sector público. Una excusa para una nueva erupción de anticomunismo fue la intención de Gesine Lötzsch, presidenta del Partido de la Izquierda (Die Linke) de hablar en un encuentro que incluyó la palabra “comunismo” en su temática. Este evento provocó “duros” reflejos clasistas en los partidos burgueses alemanes, así como en los medios de comunicación, que acusaron a ese partido y a su presidenta de... deslizarse hacia “el comunismo”.

La “democracia” burguesa alemana

“Quien tenga como objetivo el comunismo ataca el orden liberal democrático de nuestra constitución” declaró Alexander Dobrindt, secretario general de la Unión Social Cristiana (CSU) y exigió que “Die Linke sea controlado a nivel nacional por el Servicio Nacional de Inteligencia”. Mientras tanto el Partido Socialdemócrata (SPD), en la declaración del secretario de su grupo parlamentario, Tomas Oberman, se centró en la agitación interna que provocó el Die Linke tan sólo con la participación de su presidenta en dicho evento concluyendo que “la dirección de la izquierda se ha roto”.

Ésta es la tan pregonada “democracia burguesa” de los modelos europeos y de las “conquistas europeas” del “motor” de Europa, que abiertamente declara su anticomunismo y persigue a cualquiera que se atreva a proponer la cuestión del derrocamiento del sistema capitalista explotador y la necesidad de construir una sociedad sin la explotación del hombre por el hombre.

Declaraciones de renuncia al comunismo

No obstante, como suele ocurrir en casos como éste, a menudo se producen algunos “daños colaterales”. La presidenta de Die Linke, así como recibió fuego “hostil”, finalmente recibió fuego “amigo” de cuadros de su propio partido, incluso habiendo realizado ella misma muchas declaraciones “renunciando al comunismo”, declarando que ella es “una socialista y no una comunista”, recordando “el estalinismo” y condenando los “crímenes del comunismo”. ¡Maldicen al “socialismo real” y hacen juramentos de lealtad al denominado “socialismo democrático”!

Los cuadros de Die Linke se alinearon para declarar la lealtad a su partido y alabar la democracia burguesa. Por ejemplo, Lothar Bisky, dirigente y antiguo presidente del partido, había declarado unos pocos días antes que “la reunificación de Alemania garantizó la libertad y los derechos individuales y nos trajo una constitución excepcional. Y – si puedo hablar a nivel personal – mis estudiantes y mis hijos pueden crecer en un país de una manera que antes estaba más allá de los sueños más salvajes de cualquiera”. No obstante, todos estos … “exorcismos del comunismo” no parecen haber ayudado a Die Linke.

Una posición ajena a los valores, tradiciones e historia del movimiento comunista

Al mismo tiempo, se vuelve a hacer visible la alianza ideológica de los oportunistas con la ideología burguesa. En todo caso, tanto Die Linke como los partidos del denominado “Partido de la Izquierda Europea” (PIE) comparten la oposición hacia la lucha de clases y la construcción del socialismo. No es por accidente que, en base a sus estatutos, el PIE participe activamente en la dura campaña anticomunista en Europa, condenando la historia de la construcción socialista en la URSS.

Deberíamos reflexionar un momento sobre lo que esta actitud podría tener en común con la orgullosa posición adoptada por miles de griegos y otros comunistas, quienes frente a los pelotones de fusilamiento, la tortura y el exilio no desfallecieron ni firmaron declaraciones renunciando al comunismo, como les exigían sus torturadores. La respuesta es - ¡nada! Y Die Linke y el PIE no tienen nada en común con las tradiciones, la historia, los valores y la experiencia del movimiento comunista y obrero.

Sus afirmaciones sobre que luchan por un … “socialismo democrático” opuesto al “totalitario”, “dictatorial” y “comunismo arbitrario” no son nuevas. Son la continuación del “socialismo democrático” de Bernstein (formulado hace más de cien años), de los argumentos similares de la segunda internacional relativos a la adquisición pacífica del poder político a través del parlamento, lo que fue adoptado por la “corriente eurocomunista”.

Tal como el 18 Congreso del KKE afirmó: “la propaganda burguesa y oportunista, al hablar de la falta de libertades y de regímenes antidemocráticos, proyecta los conceptos de “democracia” y “libertad” en su contenido burgués, identificando democracia con parlamentarismo burgués y libertad con individualismo burgués y propiedad privada capitalista. La esencia real de la libertad y la democracia bajo el capitalismo es la coerción mediante la esclavitud asalariada y la dictadura del capital, en la sociedad en general y especialmente dentro de las empresas capitalistas. Nuestro enfoque crítico del control y la participación obrera y popular no tiene ninguna relación con los argumentos burgueses y oportunistas relativos a las libertades y los “derechos” en la URSS”.

El KKE, quien, a diferencia del PIE, defiende las conquistas del socialismo, tras estudiar la experiencia de la construcción socialista en la URSS, llegó a la siguiente conclusión, entre otras: “para solucionar los problemas que surgieron en la economía se utilizaron vías y medios que pertenecían al pasado. Con la promoción de las políticas “de mercado” en lugar del reforzamiento de la propiedad social y de la Planificación Central, la homogeneización de la clase obrera (con la ampliación de las capacidades y destrezas para la multiespecialización, para la alternancia en la división técnica del trabajo), la participación obrera en la organización del trabajo, el control obrero de abajo a arriba, la tendencia inversa comenzó a fortalecerse”.

Diferentes aspectos del frente ideológico

¡En realidad, las afirmaciones de los oportunistas relativas al “socialismo democrático” son una cobertura por medio de la cual los oportunistas tratan de ocultar su rechazo y oposición a la necesidad de la lucha revolucionaria!

¡El denominado “socialismo democrático” es la “hoja de parra” con la que los oportunistas tratan de ocultar su completa conformidad con el sistema burgués, su sumisión a la “democracia” burguesa, al poder de la dictadura del capital!

El “socialismo democrático” es la “tarea” que las fuerzas oportunistas han asumido en la hostil y difamante campaña del sistema burgués contra el comunismo científico, contra la lucha de clases. ¡Una campaña que no es sólo una operación bajo las condiciones capitalistas, sino también tiene una clara posición contra la experiencia de construcción socialista en la URSS y en otros países europeos! Así, las fuerzas políticas burguesas, junto con los oportunistas de Die Linke y el PIE que hablan de “democracia socialista” criticando de forma ahistórica distintos períodos de la historia, tienen como claro objetivo la negación de la contribución de la construcción socialista. A veces atacan los 70 años de historia de la URSS, en otras ocasiones atacan el período en que se estableció la base socialista bajo la dirección de J. Stalin.

Es más, la dirección de este partido oportunista alemán en particular “se lució” en los encuentros mantenidos en el aniversario del asesinato de los dirigentes comunistas de Alemania, Rosa Luxemburgo y Karl Liebknecht, de la siguiente forma: colocando una placa en el cementerio de los militantes socialistas-comunistas conmemorativa de las “víctimas del estalinismo”. La persistencia de Die Linke por mantener este acto de provocación se ha demostrado por cuarto año consecutivo, ya que la placa, naturalmente, provoca fuertes reacciones.

Por medio de acciones como éstas, demuestran exitosamente “el cordón umbilical” que conecta la “democracia” burguesa con el oportunismo. Actúan en pareja, dando uno todos los argumentos a los apologistas de la democracia burguesa – los argumentos que condenan al socialismo, los principios fundamentales de su construcción y los argumentos a favor de la gestión capitalista.

Es este miembro de la pareja el que presenta a los trabajadores la consigna “la gente antes que los beneficios” en el mismo momento en que todo aspecto de la situación actual (crisis capitalista, desempleo, guerras imperialistas, el reciente escándalo alimentario en Alemania relativo a las dioxinas, etc.) promueve la necesidad de abolir los beneficios capitalistas y el sistema explotador que les da origen.

Digan lo que digan, una cosa está clara: ¡la lucha de clases no ha sido abolida, las revoluciones no han sido abolidas ni lo serán quienes las lleven adelante sin pedir permiso a la burguesía. La experiencia de construcción socialista en la URSS y otros países donde, por medio de luchas sin precedentes se intentó la construcción del socialismo, es para los comunistas una contribución irreemplazable a las revoluciones sociales del futuro!



Many thanks to the comrades from Communist Party of the Peoples of Spain for the translation

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