El “derecho internacional” sirve a los imperialistas

Debate en el parlamento griego sobre la intervención imperialista en Libia

La Secretaria General del CC del KKE, Aleka Papariga, expresó la oposición total del KKE a la intervención imperialista en Libia y la participación de Grecia en la guerra por el petróleo y los demás recursos de energía, durante un debate que tuvo lugar el 22 de marzo en el Parlamento a petición del KKE.

De parte del gobierno del PASOK, G.Papandreou trató de defender la intervención, bajo el manto del “derecho internacional” capitalista, recitando en realidad los beneficios que logrará la burguesía nacional por la masacre del pueblo de Libia. El discurso del representante de la ND fue en la misma línea y en pleno acuerdo con el gobierno. El presidente del partido nacionalista LAOS, con una vacía demagogia contra los EE.UU., llamó al gobierno a negociar mejores beneficios para la plutocracia local de su participación en las intervenciones imperialistas. El presidente del partido oportunista SYRIZA, se posicionó en contra de la intervención pero llamó al gobierno a tomar iniciativas con el fin de desempeñar un papel en la región en competencia con la actividad de Turquía.

Aleka Papariga, la SG del CC del KKE, tomó la palabra y señaló entre otros:

“Sr. Papandreou, usted nos ha dicho que se lleva a cabo una guerra que está conforme con los principios del derecho internacional. ¿Qué es este derecho internacional? Este derecho se ha convertido en un pedazo de elástico. ¿Por qué no utiliza este derecho, que lo apoya, para resolver la cuestión de Chipre, de Palestina y en primer lugar la del Mar Egeo? ¿Por qué este derecho internacional no resuelve de forma automática una serie de cuestiones que están consolidadas y protegidas por resoluciones de la ONU e interestatales? ¿De qué derecho internacional está hablando?

Ya que habla de derecho, señor Papandreou, el Derecho Internacional y el Derecho Europeo han cambiado significativamente en los últimos veinte años. Es cierto que todos estos son legítimos pero los pueblos deben condenarlos y crear las condiciones para ignorarles completamente. El derecho de la UE y de la ONU dicen una cosa: cuando en el interior de un país hay una movilización popular y se ven amenazados los intereses económicos de los empresarios, existe la posibilidad de una intervención externa, ya sea por los mecanismos de la UE, el Euroejército o incluso la OTAN.

Ustedes respetan este derecho. Lo tratan como si fuera un evangelio, igual que la ND que dice que operamos según el Derecho Internacional. Nosotros decimos una cosa: precisamente porque el Derecho Internacional ha cambiado y legitima las intervenciones externas, los ejercicios militares que se llevan a cabo en Kilkís con simulación de manifestaciones, son legítimas. Se ha aprobado una ley según la cual se puede utilizar el ejército griego para dispersar manifestaciones y huelgas porque se ven afectados los intereses económicos de empresas de construcción, de armadores, de industriales. Es realmente legítimo. Otro ejemplo es la ley que se aprobó en 2004 en relación con los Juegos Olímpicos y, naturalmente, no se detuvo allí. ¿Qué piensan ustedes ahora, que podemos aceptar todo eso?

Teniendo en cuenta todo esto en relación con Libia, no deben estar preocupados por que dice la ONU, una u otra ley. Todo es legítimo según el Derecho Internacional que ha cambiado y se deterioró mucho. Si luchamos basándonos en la legitimidad de las resoluciones, entonces encontraremos la mayoría de los crímenes absolutamente legítimos. Por ejemplo, es legítima la utilización de Souda en la guerra contra Libia. ¿Se acuerdan de que el PASOK iba a expulsar las bases? Luego hubo un acuerdo en 1983 según el cual se iban a cerrar las bases. Lo que estamos discutiendo es perfectamente legítimo. Es legítimo que se utilicen las bases de EE.UU y OTAN sin consultar con nosotros.

Sin embrago para nosotros la existencia de estas bases en Grecia no es legítima ni a nivel moral, ni popular, ni social. Podemos utilizar la Constitución, pero ya desde hace tiempo, la Constitución tiene una validez limitada dada la situación en Europa y las resoluciones europeas e internacionales. En este momento ni la ONU -el Consejo de Seguridad o la Asamblea General de la ONU- puede dar legitimidad de acuerdo con los derechos del pueblo. Esta es la correlación de fuerzas y debe cambiar”.

“¿Por qué se hace la guerra en Libia? ¿Acaban de darse cuenta de la dictadura de Gaddafi, su propio amigo? Díganos ¿cuándo calificaron a Gaddafi como antidemócrata? Él no ha sido nunca amigo nuestro, nunca hemos tenido ninguna relación. No obstante hay que dejar claro que hubo levantamientos populares de alguna manera en Egipto y Túnez, no son algo que acaba de ocurrir. Desde 2007-2008 en Egipto se han producido huelgas continuas y levantamientos locales, obreros. Desarrollos similares tomaron lugar en Túnez. En Libia, por desgracia, no hubo un levantamiento popular. Ojalá hubiera. En Bahrein tampoco hay un levantamiento popular. No pueden recurrir a esto para justificar las intervenciones e injerencias.

Ustedes dicen que debemos utilizar las ventajas que tenemos. La ND ha dicho lo mismo. ¿Cuáles son estas ventajas? Que Grecia es una “inmobiliaria” de bases militares en Souda, Andravida, Araxos, Aktio, por el espacio aéreo, para el tránsito de fuerzas militares. Esto es lo que venden en este momento para lograr beneficios para los armadores, los industriales etc. Nosotros luchamos en contra de esta Grecia. ¿Esto qué tiene que ver con el patriotismo?”

La inmensa mayoría del pueblo está en contra de la participación del país en la guerra imperialista y en general en contra de la intervención en Libia. En una encuesta realizada por “Kapa Research” para el diario “To Vima”, el 76% declaró categóricamente que se oponen a la participación de Grecia en las operaciones militares, mientras el 21% se posiciona posiblemente a favor. Además, el 56,8% de los encuestados consideran que la intervención aérea es una decisión equivocada y sólo el 31,8% consideran que es correcta. La encuesta se llevó a cabo el 21 de marzo en una muestra de 1.000 personas.