Declaración sobre los brutales ataques a los jornaleros inmigrantes trabajadores de la fresa en Nea Manolada.

Los jornaleros inmigrantes, obligados a increíbles condiciones de trabajo y vida en los campos de fresas de la región de Nea Manolada Ilias, estuvieron en huelga durante muchos días exigiendo que su jornal se elevase de la ridícula cantidad de 23 euros a 30 euros.

En la noche del 19 de abril, en una operación de intimidación contra los trabajadores extranjeros dirigida a evitar la gran concentración anunciada para el 20 de abril, los terratenientes locales y sus guardias privados atacaron brutalmente los campamentos de los trabajadores utilizando pistolas y otras armas. Muchos de los trabajadores fueron gravemente heridos y llevados al hospital.

A pesar de estos ataques, la concentración se realizó al día siguiente con el apoyo de la población local y miembros del Partido Comunista de Grecia y del Frente Militante de todos los Trabajadores (PAME).

Los terratenientes volvieron a atacar brutalmente, sin ninguna reacción por parte de la policía, a los jornaleros inmigrantes y a los comunistas que apoyaban su lucha.

Frente a las inadmisibles condiciones de los jornaleros inmigrantes, los ataques criminales y la escandalosa posición adoptada por el gobierno griego, la oficina de prensa del KKE emitió el siguiente comunicado:

El KKE condena la indiferencia mostrada por el gobierno griego, las autoridades judiciales y las fuerzas policiales ante las palizas, las persecuciones, incluso los disparos realizados por matones a sueldo de los terratenientes contra los inmigrantes de Manolada y los miembros del KKE que apoyaban su lucha.

El KKE expresa su pleno apoyo a los inmigrantes en su lucha bajo las peores condiciones de supervivencia.

El KKE llama a los trabajadores y los sectores populares a expresar su solidaridad con los jornaleros inmigrantes.

Nosotros, los trabajadores griegos e inmigrantes, nos enfrentamos al mismo enemigo, a la misma política anti-popular apoyada por las mismas fuerzas económicas. Es necesario que respondamos unidos.

Atenas, 20 de abril de 2008