18o Congreso: Conclusiones de la discusión del primer tema
Queridos camaradas,
Los últimos cuatro años dimos un paso adelante. Pero no se trata del sentido moderado de la palabra “paso” en esta expresión. Es un paso esencial, significativo para la trayectoria de nuestro Partido y del movimiento en los próximos años.
Hemos hecho frente a una debilidad que reconoció el Congreso anterior y tiene que ver con la dificultad de asimilar profundamente y actuar según nuestra estrategia y el relativamente bajo nivel de adaptación y especialización -al nivel de la Organización de Base del Partido- según centro de trabajo, sector y rama, y en nuestra acción en el movimiento.
El Partido ha mejorado notablemente en su tarea principal, definida en el XVII Congreso: enfocar nuestra orientación en el trabajo con la clase obrera y la juventud. Se han reforzado las condiciones previas para que el Partido actúe más acertadamente en cuanto a la juventud, mientras la KNE también tuvo progreso. Formamos nuestra táctica en las movilizaciones, en el movimiento de masas a nivel panhelénico, con el objetivo de juntar y hacer que participen en la lucha las masas obreras populares sobre demandas y metas de lucha, así como reforzar la línea y conciencia antiimperialistas-antimonopolistas. Hay que allanar el terreno para que haya éxitos en la lucha por el otro camino de desarrollo; para que se comprenda, incluso en menor grado al principio, que se necesita un cambio de poder y no una alternación de los dos socios o gobiernos de coalición que promueven la administración del sistema.
La estrategia no se puede partir. La cuestión si “promovemos nuestra estrategia en su conjunto o parcialmente” no tiene ninguna base. Si conoces tu estrategia, puedes elaborar la táctica adecuada. Si la concepción de la estrategia está confundida, se daña también la habilidad de emplear la táctica correcta. La táctica se elabora a partir de la estrategia.
En la estrategia y la táctica las masas no se deben tratar de manera general y abstracta; hay que tomar en consideración la acción de las demás fuerzas que participan activamente en el movimiento. Por una parte, la Nueva Democracia intenta hacer que la gente piense que los problemas se deben a la “tierra quemada” que le entregó el PASOK, y, por otra parte, el PASOK intenta convencer a la gente que la ND destruyó el estado social que supuestamente él había establecido. Así, por ejemplo, en las movilizaciones de los campesinos el PASOK hablaba de abuso de la Política Agraria Común (PAC) por parte de la ND y la ND cedía la responsabilidad al PASOK. La línea del KKE, tal como se declaró por el Buró Político, fue en contra de la PAC, la ND, el PASOK y la Unión Europea.
La cuestión, por lo tanto, es crucial y crítica. El enfrentamiento y la separación de la táctica y la estrategia, así como su identificación bajo la influencia de cualquier declive o presión ideológica apremiante, es una herida para los Partidos Comunistas que a lo largo de los años ha dañado el movimiento y ha demostrado que incluso en el caso que hubo beneficios, ésos eran de corto plazo.
Trayectoria ascendente del Partido según los hechos
Los últimos cuatro años, enfocamos nuestra atención en este asunto que condujo a la maduración del Partido. Elaboramos nuevas posiciones que contribuyeron al ascenso del Partido según los hechos. La madurez se nota sobre todo en los órganos, mientras que a nivel de las organizaciones de base del Partido se necesita mucho trabajo aún.
Cómo lo hemos conseguido:
Nos ayudó mucho la autocrítica del CC y de todo el Partido en el XVII Congreso. Fue una gran ayuda porque en estos últimos cuatro años combatimos las debilidades y los retrasos. No las ocultamos en el pasado, ni en las Tesis.
El Partido maduró porque organizamos la marcha hacia el pueblo, popularizando nuestra propuesta política. En las últimas elecciones presentamos nuestra estrategia y al mismo tiempo explicamos por qué la gente nos puede confiar, incluso aquellos que no estén de acuerdo con nuestra estrategia.
Nos ayudó también la elaboración de posiciones según rama y sector de la economía, en asuntos sociales y acontecimientos internacionales. Además, contribuyó el estudio de los problemas concretos de cada región.
Hemos realizado encuentros según rama, encuentros organizativos, conferencias panhelénicas que en general contribuyen a la asimilación común y sobre todo a la concepción común de dirección. Nos ayudó mucho la búsqueda de una línea de lucha común entre la clase obrera, el campesinado y los trabajadores por cuenta propia; la Conferencia Panhelénica sobre la Juventud y el Encuentro Panhelénico sobre la Mujer; la opinión que los problemas en su gran mayoría expresan la situación general; las elaboraciones en los documentos sobre el 90o aniversario del Partido, el 60o aniversario del Ejército Democrático de Grecia (DSE), los 60 años del fin de la guerra mundial antifascista. Nos ayuda el estudio del socialismo y nos va a ayudar la historia de nuestro Partido que se va a completar después del XVIII Congreso.
El estudio sobre el socialismo y la compleción de la historia del Partido demuestran que no sentimos miedo ni vacilación por defender y criticar al mismo tiempo. Sin embargo, todo esto no funciona por si mismo. Cada día, cada momento debemos estar preparados y en alerta. Todavía tenemos mucho trabajo porque hay problemas que no se han solucionado. No obstante, hoy en día podemos ser más exigentes y seguros que vamos a ser eficaces.
En qué debemos enfocar nuestra atención
Las condiciones que se manifiesta la crisis económica nos ponen ante la tarea de trabajar para acelerar el cambio de la disposición de las masas ante los partidos de poder y los monopolios. No está dado desde el principio que la conciencia de clase y la voluntad de lucha ascenderán de manera automática o espontánea. La influencia que ejerce la crisis en la conciencia de los obreros y del pueblo tiene un carácter contradictorio. Por ello nuestras responsabilidades se aumentan enormemente y consecuentemente la intervención debe mejorarse lo más rápido posible.
No nos restringimos en la posición que puede haber un retroceso. Lo anotamos solamente para dar énfasis en la otra opción, es decir al ascenso del movimiento obrero. Al mismo tiempo, nos preparamos también para lo contrario.
Por eso, hay que enfocar en la preparación del ascenso del movimiento. Hay que tomar en cuenta que la agudización de los problemas trae el estallido y la voluntad de vengarse. Van a entrar en el escenario nuevas fuerzas sin experiencia. Las masas quizás tengan la voluntad de seguir adelante pero no está seguro que hayan conquistado la conciencia política rápido y masivamente. Podemos ejercer una influencia positiva a esta ola de masas que todavía no están preparadas ni dispuestas a hacer sacrificios.
No se trata solamente del nivel de madurez. Existe también la intervención de la burguesía, sus mecanismos, los partidos de poder, los reformistas y oportunistas.
Ante la posibilidad del ascenso de la acción de las masas se va a emplear el garrote y la zanahoria. Está dada por parte del sistema la política de la tolerancia hacia los muros de contención.
Tenemos que prepararnos ya para la lucha contra los muros de contención que no es solamente SYN/SYRIZA sino muchos más. Hemos visto de qué manera el sistema activa y se beneficia del llamado espacio antipoder; el papel de las organizaciones no gubernamentales, de los periódicos y de las emisoras de radio que en colaboración con las supuestas organizaciones no gubernamentales intentan organizar una parte de las masas populares mediante formas de la acción voluntaria.
No debemos excluir nuevas formas de “organización” sobre las masas populares que puedan entrar abruptamente en la acción para jugar el papel de la red de seguridad para el sistema. Tenemos que empezar ya a preparar, sin perder tiempo, los órganos dirigentes de las ciudades y las regiones, empezando por el CC y llegando hasta las organizaciones de base del Partido; contribuir para que el movimiento de masas esté preparado en la medida que depende de nosotros; para que los sindicatos, los movimientos, las asociaciones estén preparados de cerrar filas y asimilar la protesta y la indignación. Tenemos que estar conscientes de la situación en cada área; estar preparados y transmitir esta necesidad a los amigos y simpatizantes, a los colaboradores, a otros luchadores que están cerca del Partido, más en concreto en todos los centros de trabajo, en el barrio, en la universidad, en las instituciones de educación técnica, en las escuelas y en el campo y buscar nuevas formas, comités de lucha, y otras.
Es posible que entren en la acción de manera masiva o de manera más ruidosa masas pequeñoburguesas, sectores superiores de la clase obrera, de la Administración Pública, etc., en combinación con los llamados de “levantamiento” por los medios de omunicación que estén cercanos a la socialdemocracia. El Partido debe estar preparado; debe respaldar la clase obrera del sector privado, multiplicar su voz sin que pierda el contacto con los “capas” superiores y los sectores más pobres de los trabajadores por cuenta propia.
La burguesía hace todo lo posible para crear muros de contención no sólo a nivel de organizaciones, sino también a promover posiciones ideológicas de seudoizquierdas y seudorrevolucionarias. No se trata de conspiración, ni de provocación, sino de estrategia. Apoyan todos los “-ismos” excepto el socialismo-comunismo científico, todas las dictaduras excepto la dictadura del proletariado, todas las democracias excepto la democracia socialista, todos los movimientos excepto el movimiento obrero.
En qué tenemos que desarrollar inmediatamente una propaganda intensa
Ante la crisis hay dos lineas perceptibles a simple vista: la línea de la colaboración-sumisión de clase y la línea de lucha de clases y d conflicto. Así que es necesario desarrollar nuestra propaganda en lo siguiente:
- El movimiento obrero no debe apoyar para que los monopolios y el capital salgan del callejón sin salida, para que resuelvan la dificultad de reproducción. Los obreros no deben dejar de demandar que no haya despidos.
- Nuestra posición es que paguen la crisis los monopolios y el capital. Los partidos que los representan deben perder fuerzas tanto a nivel social y político.
- Así se puede ejercer presión y una defensa más eficiente. Independientemente de las conquistas que habrá es muy importante reforzar la voluntad del pueblo para la contraofensiva, la ruptura y el derrocamiento. Hay que convencer nuevas masas para que luchen por otra política, por otro camino de desarrollo que sirva a las necesidades populares, y no de los monopolios.
- Hay que intensificar nuestra acción en cuanto a los inmigrantes y tomar medidas contra el racismo.
- Nuestra intervención debe basarse en la evaluación que la crisis trae un nuevo ataque contra las libertades democráticas, en los focos de guerra.
Estrategia y táctica que correspondan al carácter y las tareas del Partido
Para poder hablar en la practica de una estrategia y táctica que correspondan al carácter y a las tareas del Partido hay que enfocar en los puntos siguientes:
1. Concretar nuestra acción en la clase obrera, desde el CC hasta la organización de base del Partido. Las organizaciones sectoriales y territoriales, a pesar de las diferencias y las particularidades, tienen la misma meta. Tenemos que luchar contra el unilaterismo que puedan tener ambas. Ambas tienen que tener el mismo objetivo. Tenemos que trabajar de manera unificada con demandas comunes y con un frente de lucha común.
2.Ordenar a los cuadros según la orientación por ramas, centros de trabajo, etc. Hay que examinar constantemente y generalizar la experiencia; entender la importancia de que la clase obrera tome iniciativas para los pequeños comerciantes, los trabajadores por cuenta propia y los campesinos; especificar nuestro trabajo en las mujeres y la juventud. Basta ya con las excusas y la ignorancia sobre la cuestión femenina. La construcción del Partido y su composición social son la condición para garantizar su carácter. Las intervenciones en el Congreso no correspondían al nivel de las exigencias. La construcción del Partido no es una serie de planes que examinamos cada mes como si fuéramos contables, sino una tarea multifacética y compleja.
3.La madurez del Partido debe expresarse plenamente en la vida y la acción de cada organización de base del Partido, en su dirección. El CC y los órganos de dirección deben acumular experiencia, generalizarla y sacar conclusiones. Hay que tomar en cuenta que la organización de base del Partido está en contacto directo con todas las corrientes, tendencias y particularidades, así que necesita una orientación para que pueda planificar su trabajo especifico y apoyar la planificación general del Partido sin eclecticismo. Es difícil que la organización de base del Partido asimile la política de alianza social. En el próximo Congreso, un criterio básico va a ser, entre otros, el avance a nivel de funcionamiento y la acción de la organización de base y sus vínculos con la clase obrera y la juventud.
4.Asimismo, debemos intentar ser más eficientes en el movimiento de masas. La experiencia y la capacidad que hemos adquirido no son suficientes. Los grupos del Partido en el movimiento de masas en toda la escala deben discutir y examinar la acción de los representantes elegidos y los miembros. De esta manera nuestro trabajo dará resultados; no a través de acciones precipitadas o retrasando el proceso de politización. Hay que superar la superficialidad y a la orientación de los grupos del Partido sin planificación. La planificación del trabajo tiene que ver con la acción y el contenido, es decir, hay que tener en cuenta no sólo cuántas movilizaciones y manifestaciones con pancartas realizamos, sino también cómo el movimiento va a asimilar nuevas ideas y promover nuevas demandas no de modo formal sino esencial. La planificación debe ser a largo plazo; no la podemos ignorar sino adaptarla cada vez a los acontecimientos que se deben utilizar para contribuir en la planificación a largo plazo. Actualmente, los trabajadores tienden luchar por los problemas de su sector de trabajo así como por defenderse y administrarlos. La confrontación ideológica tiene mayor importancia, no en el sentido de convencer ideológicamente sobre todos los temas sino que a través de la confrontación ideológica se puede convencer, además, políticamente. Los sindicatos luchan por trabajo y salarios, en contra de los despidos, por la educación y la salud gratuitas. En general, objetivamente sus metas están en contra de los monopolios, la estrategia de las reestructuraciones capitalistas y el sistema capitalista como tal, sin que hayan tomado conciencia de ello. Así que con nuestra intervención y lucha ideológicas contribuimos para que se formule una conciencia radical y ayudamos para que se elabore su experiencia. Por supuesto, un sindicato no puede tener un programa de poder, pero contribuye para que los trabajadores empiecen a considerarlo. Está claro que la conciencia va a madurar en condiciones revolucionarias. Sin embargo, no queremos que los trabajadores lleven a cabo una lucha con metas antiimperialistas-antimonopolistas, sino que estén conscientes de que deben luchar en contra del imperialismo, de los monopolios. Cuando decimos que “queremos” algo, esto significa que trabajamos para realizarlo. Porque el pueblo tiene que empezar a entender, al menos, qué significa cambio radical aunque no emplee el término “poder”. Hoy en día, el marco ideológico y político de las luchas juega un papel importante, pero no se identifica con el papel que desempeña el Partido. Por eso decimos que el movimiento sindical es una escuela que en este período tiene que dar lecciones más avanzadas que en los primeros años de acción de los sindicatos. Si en los primeros años fue de nivel de primaria, hoy en día debe estar al nivel por lo menos del preuniversitario. El amateurismo no ofrece ninguna perspectiva. Debemos elaborar aún más nuestra propaganda en los movimientos sociales y, sobre todo, en la clase obrera. La clase obrera debe tomar iniciativas para la alianza social. Tenemos que admitir que hemos tenido varias dificultades en nuestro trabajo en los distintos movimientos como por ejemplo en el movimiento por las libertades democráticas, por la paz, etc. A eso se debe la escasa participación.
5.Hay que promocionar cuadros del Partido del movimiento obrero y de la KNE. No es suficiente que los trabajadores asuman responsabilidades en el movimiento sindical para que tengan un avance multifacético porque de esa manera el trabajo resulta unilateral. El accionar partidista en su conjunto es superior al accionar sindical.
6.Debemos propagar nuestras tesis sobre el socialismo sin límite temporal pero con cronograma.
7.Hay que tener en cuenta que las tareas que tiene el Partido hoy en día son cada vez más complejas y exigentes; lo mismo ocurre con la KNE. Sin embargo, no debemos considerar que solamente la KNE, que tiene una responsabilidad especial en la juventud, se ocupa de ella. La KNE podrá desempeñar su papel si el Partido toma mayor responsabilidad ante la juventud sin sustituir a la KNE. Debemos ayudar la KNE en toda la escala hasta el nivel de la organización de base y sistematizar el desarrollo y la promoción de cuadros del movimiento obrero; debemos tener consciencia del carácter transitorio del período de la juventud e intensificar su educación. La asimilación de los nuevos miembros es una condición necesaria tanto para la KNE como para el Partido. Un asunto especial que debemos considerar es la educación de la KNE a través del ejemplo. Es importante y crucial que los cuadros y miembros de la KNE tengan una educación marxista-leninista, que se desarrolle un espíritu cultural y educativo dentro de la organización.
8.La circulación del Rizospastis, de KOMEP, del libro marxista es un criterio de avance. No se trata de un octavo punto, es un componente de nuestro trabajo. De aquí en adelante debe preocuparnos más.
9.Debemos reforzar la vigilancia ideológica y política en contra de las sirenas del sistema y la intensificación de la represión estatal; así es necesario proteger las filas del Partido y ampliar nuestra intervención e influencia al pueblo. Todo espíritu de relajo y liberalismo en asuntos organizativos debe ser combatido.
Algunos temas que tienen que ver con el Frente Antiimperialista Antimonopolista Democrático
El Frente Antiimperialista Antimonopolista Democrático es un frente de carácter socio-político y tiene como punto de partida la agudización de la lucha de clases, la alianza social, la alianza con fuerzas políticas que siguen una dirección antiimperialista antimonopolista y están de acuerdo con el poder popular y la economía popular.
Una cosa es trabajar por el frente a través de los movimientos y otra cosa el FRENTE que debe expresar una posición concreta y luchar por el poder.
El concepto “socio-político” no se refiere solamente a la identidad de fuerzas y movimientos sociales, fuerzas políticas y grupos. Es socio-político, además, en cuanto a su dirección y contenido, sus metas, su forma y carácter de movimiento.
En el proceso de formación del Frente se da énfasis al nivel social que sobre todo está relacionado con las fuerzas sociales que constituyen la base del Frente. Esto no ocurre porque no existen fuerzas políticas para llegar a un acuerdo a nivel nacional. Incluso si hubiera tal fuerzas, lo importante sería el nivel social, porque la base sólida son las fuerzas sociales, la lucha de clases y la alianza que determina la correlación y, hasta un cierto punto puede contribuir a la disminución de las oscilaciones de las fuerzas políticas pequeñoburguesas.
Las fuerzas sociales se expresan hasta un cierto punto a través de sus movimientos y no en general a través de todos los sindicatos y las organizaciones. La lucha de clases no se realiza solamente a través de los sindicatos; el papel determinante es el Partido y las posiciones que tiene en el movimiento. Cuando nos referimos a los movimientos sociales en el Frente no se trata de los movimientos comunes, “típicos” que se limitan en demandas de lucha inmediatas. Son movimientos sociales de orientación antiimperialista antimonopolista que luchan por el derrocamiento del poder de los monopolios. Es decir, tienen una meta política, han llegado al nivel más alto de politización sin perder su carácter de movimiento. Está claro que no son organizaciones del partido, y no pueden en ningún caso sustituir el Partido.
La forma del Frente y el modo que se van a entrelazar las organizaciones sociales y los partidos es un asunto que necesita más estudio. Sería un error prejuzgarlo.
En cuanto al nivel en que se encuentra el Frente actualmente. Hemos dado énfasis en los movimientos según sector de trabajo. Además, se han consolidado los gérmenes del PAME y de PASY en los correspondientes sectores, y se ha hecho un mayor esfuerzo en el sector de los trabajadores por cuenta propia. Todavía tenemos mucho trabajo pero no excluimos la posibilidad de que maduren rápidamente las condiciones.
La ampliación y el reforzamiento de estos gérmenes es un tema fundamental.
Lucha contra las teorías reformistas y oportunistas
1.Gran parte del pueblo tiene la percepción que la alianza es solamente un asunto entre partidos que buscan puntos de convergencia teniendo como objetivo la alternancia gubernamental. Esto es resultado de la gran influencia que ejercen las ilusiones parlamentarias. Se necesita todavía mucho trabajo para que se entienda que la política de alianzas se conquista, no se encuentra ya preparada, se materializa mediante los cambios sociales que trae la lucha de clases. Sin embargo, el objetivo del Frente no es la alternancia gubernamental, sino el cambio a nivel de poder. Este cambio será la misión de una gran parte del pueblo trabajador, encabezado por el movimiento obrero. Esto incluye, aparte del movimiento sindical o el PAME, el propio Partido como vanguardia de la clase obrera. Este cambio no va a ser simplemente el fruto de un proceso parlamentario. Incluso, si hay un cambio positivo a través del proceso parlamentario –que no se puede excluir como posibilidad– para que traiga este cambio un proceso de ruptura y derrocamiento, hay que superar las ilusiones parlamentarias y activar las masas populares de una manera sin precedentes, vencer el poder de los monopolios incluso fuera del parlamento, porque allí es donde se halla la mayor dificultad. Recordemos Chile de Allende, la revolución de los Claveles en Portugal, los acontecimientos en Venezuela y Bolivia.
2.Debemos hacer claro que el asunto político general se expresa y se manifiesta en cada problema concreto; no al revés. Por ejemplo, los precios bajos de los productos agrarios que llevan a los campesinos a la desesperación no son un asunto que tiene que ver solamente con el sector agrario o con la administración. Cuando decimos que lo locl o lo concreto deriva de lo general intentamos evitar el absolutismo y la vulgarización. El sistema político burgués puede solucionar un problema bajo la condición que no se opone a su estrategia. Por ejemplo hacer una obra pública local. El hecho que hay un retraso, se debe a la tendencia de disminuir los gastos públicos, el déficit o al temor que haya presión de solucionar otro problema.
3.No fomentamos falsas ilusiones que la gente puede vivir bien en el capitalismo, ni ponemos límites a la lucha de clases. Aunque haya conquistas, van a ser de corta duración. Hay que hacer frente al SYN. El oportunismo es una corriente que dificulta el radicalismo y en momentos difíciles fomenta el abandono, el compromiso e, incluso, la traición.
4.Se necesita un trabajo sistemático para revelar el carácter de la crisis y el fraude de las soluciones y regulaciones administrativas, de los varios modos de gestión según la fase del capitalismo. Hay que desvelar los mitos del desarrollo sostenible del capitalismo, la competitividad y la productividad, que supuestamente beneficiará los monopolios y el pueblo, a los asalariados y a los capitalistas. Además, es necesario trabajar sistemáticamente para destacar cuáles son las dificultades para la reproducción despejada del capital social, la posibilidad de una agudización abrupta de las contradicciones que pudieran poner al orden del día la cuestión del poder. Es preferible el costo de la contraofensiva que él de la sumisión.
5.La separación de la política y la economía es un punto común entre las percepciones burguesas, reformistas y oportunistas, igual que la no identificación de los partidos de poder con el conjunto del poder burgués. Un cambio gubernaental no quere decir cambio de la clase que está en el poder.
6. Hay que hacer frente al temor que fomentan a la conciencia del pueblo ante la falta de estabilidad del sistema de los partidos burgueses. Puede que se sacuda su estabilidad y se reconstruya o que sea el primer paso hacia su derrocamiento. El hecho que se disminuyen las fuerzas del bipartidismo no significa que se sacude; esta disminución debe seguirse del reforzamiento de la ruptura y del derrocamiento. Por supuesto, la ND debe sufrir un golpe; no puede seguir teniendo tanta fuerza cuando la vida del pueblo se está empeorando.
7.No obstante, la derrota de la ND no es suficiente; debe derrotarse su estrategia, sus posiciones y eso va a ocurrir si el PASOK no se aproveche de esta derrota. Es necesario que ambos pierdan fuerzas. Por supuesto, la batalla electoral no es la batalla de las batallas, como lo es para los partidos burgueses o los partidos del consenso; sin embargo hay que aprovecharse de ella para que se fortalezca el Partido y el movimiento. Esta debe ser la respuesta a la intención del sistema de disminuir la influencia que ejerce el Partido.
Poner el listón más alto es, además, nuestra obligación internacionalista.
Tenemos que derrocar, batir todo récord en cuanto a la confrontación de nuestras debilidades.
Ya que consideramos, y es correcto, que el siglo XXI va a ser el siglo de los movimientos radicales subversivos, de las revoluciones socialistas, debemos hacer un nuevo comienzo en la base de todo lo que hemos conquistado, con perspectiva, optimismo, conscientes de las dificultades y con la determinación de confrontarlas. Debemos decirles: no les tenemos miedo, les vamos a enfrentar.
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