Intervención de Al. Papariga en el Encuentro Internacional 2005
Les damos la bienvenida en Atenas y agradecemos su participación en el Encuentro Internacional que nuestro Partido acoge todos los años desde 1999. Con satisfacción notamos que desde que comenzaron los encuentros internacionales de ese tipo el número de partidos que participan se va aumentando. Hay también partidos que han expresado su deseo de participar por primera vez. Sobre eso hace falta discutir así como se hace siempre en casos similares.
Con esta oportunidad quisiéramos agradecer su oferta camaraderil e internacionalista al PC de Vietnam por su ayuda valiosa a publicar el “Boletín de Información”, al PC de Cuba por su ayuda a publicarlo en español, así como al PC de la Federación Rusa y al Partido Comunista Obrero de Rusia-PCR a traducir los documentos e imprimirlos en ruso. Consideramos que el impacto de estos encuentros internacionales se basa en necesidades objetivas de las que todos los partidos tienen conciencia. Aumenta aún más la necesidad de la coordinación y del accionar común, la necesidad de elaborar, en la medida de nuestras posibilidades, una estrategia común sobre los problemas comunes que surgen de la barbarie imperialista actual. La necesidad de la solidaridad internacionalista es hoy más urgente que nunca.
Hoy en día no es suficiente con describir los problemas, matizarlos de color negro para contribuir a la movilización masiva de los pueblos. Sin abandonar la política de revelar los crímenes que se cometen hoy, hace falta ampliar la problemática y el accionar común sobre la alternativa comunista, la perspectiva del socialismo. Eso de ninguna manera quiere decir que abandonemos el accionar sobre los problemas urgentes, sobre todo ahora que va bajando el nivel de vida de los pueblos, se expanden la guerra y la represión estatal, la pobreza y el hambre. Los grandes problemas de hoy no se pueden aliviar, y más aún resolverse sin un movimiento que cuestione el propio sistema capitalista.
Por supuesto sabemos muy bien que existen particularidades y peculiaridades en cada región, en cada país, incluso en países que están en el mismo continente. Sabemos que existen condiciones distintas en las cuales operan los movimientos y los partidos comunistas. Sabemos que existen diferencias ideológicas y políticas. Que cada partido y cada movimiento tiene la responsabilidad de estudiar su realidad nacional para concretar su línea política. Pero esto no niega la necesidad de una estrategia unitaria, la necesidad de presentar una alternativa elaborada y común, que no puede ser otra que el socialismo. En la medida que se hace más clara para los pueblos esa alternativa, el otro camino de desarrollo y evolución de la sociedad, más capaz se hará el movimiento para lograr concesiones y conquistas.
Nosotros partimos de la posición de que todos los estados capitalistas, independientemente del nivel de desarrollo de su economía, independientemente de si existen todavía incluso formas de relaciones procapitalistas, si participan en uniones imperialistas interestatales, independientemente de particularidades internas, en última instancia están insertados de una u otra forma en el sistema imperialista. El actual sistema imperialista, a pesar de sus contradicciones muy agudas, tiene una estrategia unitaria para la defensa del sistema, para el ataque contra el movimiento obrero y la agresión contra los pueblos.
Tenemos plena conciencia de los ritmos acelerados de la globalización capitalista, el fuerte incremento del volumen del comercio mundial y de la exportación de capitales. Del papel que juegan los acuerdos interestatales en el interior de los países. Tenemos plena conciencia de que hoy se han aumentado las posibilidades de exportar la contrarrevolución, las intervenciones imperialistas y las guerras para frenar la emancipación del movimiento obrero y popular en general. Sin embargo todo eso no niega la necesidad de una estrategia revolucionaria internacional, concreta para cada país. Una estrategia revolucionaria común que sirva a la causa del socialismo.
Eso no quiere decir que la alianza y el cerrar filas a nivel nacional e internacional se tiene que hacer en todas partes alrededor de consignas exclusivamente socialistas y en una línea socialista. Porque si fuese así íbamos a negar el hecho de que la necesidad y la madurez del socialismo no se identifican con la madurez de la revolución socialista. Ibamos a subestimar la necesidad de alianzas con las capas pequeñoburgueses, pobres y populares, que dada su posición en la articulación socioclasista, ven con precaución la economía socialista. La historia de las revoluciones del siglo XX demostró que el movimiento obrero y revolucionario en general abría el camino, inspiraba la movilización de las masas populares, la disposición a sacrificios, alrededor de un conjunto de objetivos y demandas que en la fase o el momento concreto respondía a las disposiciones y los problemas agudizados de los pueblos. Demandas y objetivos de lucha que a la vez facilitaban el incremento de la experiencia política y la voluntad de cambio a nivel del poder.
A nuestro juicio, la lucha antimperialista antimonopolista hoy en día se conecta y se inserta orgánicamente más que en el pasado con la lucha por el socialismo. La contradicción con los monopolios y el imperialismo puede unir la clase obrera con las demás capas populares, según la articulación socioeconómica de la sociedad. Detrás de esa línea hay la incorporación y absorbación en una línea de lucha sin peligros para el imperialismo, que fácilmente puede ser utilizada y manipulada.
Además, en nuestra opinión, la clave para la alternativa que los comunistas tienen que presentar es evaluar tres puntos fundamentales:
Primero, la naturaleza y el carácter de la estrategia actual del imperialismo, de las medidas que se llaman política neoliberal, neoliberalismo.
Segundo, la valoración sobre el carácter imperialista de las uniones interestatales, como p. ej. la Unión Europea y otras uniones que surgen y que tienen un carácter menos desarrollado.
Tercero, la actitud hacia el socialismo que hemos conocido, en combinación con el estudio científico sobre su valoración crítica, la generalización teórica de la nueva experiencia.
Hoy la crítica al capitalismo no es suficiente, hace falta una respuesta clara a todos esos temas.
Consideramos que las medidas combinadas que se van tomando hoy en día en todo el mundo capitalista, más allá de particularidades que existen en los distintos países, independientemente de los ritmos que toman ésas, si se promueven por gobiernos de centroderecha o centroizquierda, por partidos liberales o socialdemócratas, expresan algo mucho más profundo que una política de austeridad y una repartición reaccionaria de la riqueza. Se trata de medidas totalmente necesarias para el sistema capitalista para que éste pueda enfrentar un problema innato, interno, que tiene, que es la dificultad de reproducir su capital social de la misma manera que antes, con la misma facilidad. Precisamente ya que conoce u olfatea sus contradicciones, el sistema imperialista aspira a consolidar y ampliar su victoria conquistada finales de la década de los ’80 cuando se derrocó el sistema socialista que conocimos en el siglo XX. Entonces, su política es a la vez una política de evitar un nuevo ciclo de revoluciones sociales. Por eso se vuelve más cruel, más inflexible en todas partes, no hace maniobras y concesiones a los trabajadores, ni siquiera cuando el descontento popular aumenta peligrosamente. No sigue de la misma manera la política del garrote y la zanahoria que utilizaba en otras fases para ganar tiempo, para difundir ilusiones.
El acercamiento y la identificación de los partidos liberales y socialdemócratas y socialistas con la política de las restructuraciones capitalistas es, a nuestro juicio, una prueba fuerte e irrefutable adicional que demuestra que la llamada política neoliberal, la política moderna del nuevo orden no es simplemente una opción política surgida sólo por el cambio en la correlación de fuerzas, sino una necesidad interna e invencible del sistema capitalista. Por eso una serie de fuerzas políticas que trataban o siguen tratando de cambiar el reloj hacia atrás, o sea de regresar al período cuando el capitalismo hizo algunas concesiones, bajo la presión popular, ese tipo de fuerzas, independientemente de sus intenciones, se van cambiando en fuerzas que apoyan o en el mejor de los casos, toleran el sistema.
Anteriormente hemos subrayado que el capitalismo no puede utilizar de la misma manera que antes el garrote y la zanahoria frente a las demandas de los pueblos, de la clase obrera. Sin embargo, no ha dejado de utilizar el garrote y la zanahoria a nivel político y en su actitud hacia los partidos y el movimiento.
Quisiéramos presentar nuestra experiencia surgida en el marco de la Unión Europea.
La UE, como una formación interestatal, con sus órganos y su estado mayor traza una política muy sistemática para incorporar a fuerzas políticas y sociales. Apoya directa e indirectamente a fuerzas políticas y movimientos que se limitan a demandar reformas que no son peligrosas y, por ende, una política distinta de administración, siempre dentro del sistema capitalista. Siempre y cuando no cuestionan el camino de la unificación capitalista europea y su ampliación. De distintas maneras políticas, económicas, incluso con chantaje, trata de formular a nivel nacional y europeo un sistema político que en última instancia va a servir a su estrategia con mayor estabilidad y perspectiva.
Por ejemplo, la opción alternativa para el capital de la Unión Europea ha sido y sigue siendo la centroizquierda. Además, el sistema multipartidario no la molesta, como antes. La opción de la UE para imponer la creación de partidos europeos forma precisamente parte de sus planes para controlar el sistema político de los estados miembros. Por eso tomamos públicamente posición y criticamos la creación del Partido de Izquierda Europea, incluso ya que la iniciativa fue tomada por partidos que ven de manera negativa la coordinación y el accionar común de los partidos comunistas. En realidad, se crea un centro basado en estructuras y principios generales que la UE tolera y que objetivamente obstaculiza la independencia de los partidos, la unidad de acción en una dirección antimperialista antimonopolista.
La UE tiene que ser registrada en la conciencia de las masas populares como una unión capitalista interestatal, y no se posible verla como un fenómeno objetivamente progresista que adquiere una cara antipopular gracias a la correlación de fuerzas política a nivel de gobiernos. El sistema capitalista no se transforma, se derroca. El prestigio de la UE y su credibilidad es muy reducido en comparación con los principios de la década de los ’90. Los referendos francés y holandés son una muestra. A pesar de eso, hace falta todavía mucho trabajo para que el descontento adquiera un contenido anticapitalista, para que no se desarme por las distintas maniobras.
Por eso nosotros criticamos las fuerzas políticas que se presentan como adversarios del neoliberalismo, pero limitan su crítica supuestamente al predominio de ciertas opiniones dogmáticas que creen que prevalece el mercado y no combinan el mercado con la política social. O que explican la estrategia actual de la UE simplemente por su sumisión servil a las presiones de los Estados Unidos, a la falta de voluntad o a su debilidad para emanciparse de los Estados Unidos. Nuestra principal diferencia con estas opiniones es que éstas consideran que el neoliberalismo es una deviación de un “capitalismo sano y humano”, supuestamente, que combina las leyes del marcado con la política popular.
Un tema crucial para nosotros es la ampliación de la UE. En la medida que se amplíe la UE y se refuerce la desigualdad y la inequidad, las relaciones de hegemonía y opresión, van a tratar de someter los movimientos y convertirlos en apoyo para sus burguesías. Por supuesto, eso no quiere decir que la ampliación de la UE será necesariamente la muerte de los movimientos. Nosotros creemos que la línea de ruptura con la política de la UE en combinación con la experiencia que van adquiriendo los pueblos llevarán al fracaso los sueños de todos aquellos que consideran que la UE es invencible. Todo eso bajo la condición que dentro del movimiento ganará terreno la línea de ruptura con esta unión imperialista y que se debilitarán las ilusiones sobre su transformación progresista.
Nuestra crítica a la creación de los distintos foros sociales tiene que ver con su línea general, con el hecho que establecen estructuras unitarias para la inserción de los movimientos a nivel internacional y regional en el nombre de la unidad y del accionar común. Por ejemplo, en sus estructuras en Europa predominan las fuerzas y las opiniones políticas que llevan a la confrontación de los llamados nuevos movimientos con el movimiento comunista y obrero, aspirando claramente y de distintas formas, incluso a través de la asociación con éste, a obstaculizar un movimiento que tenga como objetivo a derrocar radicalmente la situación actual.
La utilización del reformismo y del oportunismo, de derecha e “izquierda” es otro objetivo de la política del estado y de la patronal a nivel nacional y por supuesto de la política integral de la propia UE, no sólo para la eliminación del movimiento, sino también por una razón adicional: para administrar las contradicciones interimperialistas dentro de la UE y sobre todo a nivel internacional.
Las diferencias que existen en temas internacionales con el imperialismo norteamericano tienen que ver claramente con las contradicciones interimperialistas y no con la naturaleza diferente de la UE y de los Estados Unidos. Además, en los temas de la política económica y social los dos se mueven absolutamente en la misma dirección, como también en la política de repartición de los mercados utilizando como arma la guerra, la presión y otros medios de intervención militares, políticos y económicos.
Obviamente, el movimiento de la clase obrera, el movimiento antimperialista antimonopolista a nivel nacional, tiene que tomar en cuenta las contradicciones interimperialistas, aprovecharlas, y eso es aún más importante en los países donde los partidos comunistas están en el poder. Aprovecharse de las contradicciones para fortalecer el movimiento, no para apoyar la política de la burguesía del país.
No estamos de acuerdo con la evaluación que se hace de que ya que se derrocó el socialismo y no pudo sobrevivir, tenemos que abandonarlo o dejarlo como un sueño para un futuro indefinido.
La necesidad del socialismo surge de las condiciones objetivas, de los límites históricos del capitalismo y no de la correlación de fuerzas de los últimos años. La correlación de fuerzas juega un papel para la táctica que se necesita para cerrar filas y concentrar fuerzas.
La restauración del capitalismo, sobre todo en Europa, sin duda alguna plantea nuevos problemas. No podemos hablar de la alternativa con perspectivas al socialismo sin dar a los pueblos respuestas sobre la construcción del socialismo en el siglo XX. Hace falta incorporar en nuestra teoría sobre el socialismo la estrategia de la revolución y construcción socialistas, toda la experiencia que surge del socialismo que hemos conocido. Tanto la experiencia indudablemente positiva como los problemas que surgieron y que llevaron a los acontecimientos conocidos.
Es un error hablar del socialismo como si no hubiera pasado nada durante su construcción. A la vez es un error trágico su anulación.
Naturalmente, todos nuestros partidos tenemos que enfrentar diariamente muchos problemas en nuestros países y regiones. Tenemos la responsabilidad de dar todas nuestras fuerzas para que se desarrolle, para que se agudice la lucha de clases, para que las fuerzas populares se liberen del fatalismo, la ilusión, la confusión, el miedo. Pero a la vez hace falta acelerar nuestros esfuerzos comunes para estudiar varios temas que tienen que ver con el socialismo, sacar las consecuencias, decir la verdad investigando científicamente el problema. Así los pueblos van a tener confianza en los comunistas, verán mejor la importancia que tiene la necesidad de que las luchas se combinen con la perspectiva del cambio a nivel del poder. Aquí no se trata de cuántas críticas vamos a hacer al socialismo o cuántos logros del socialismo vamos a presentar. Aquí se trata de dar un nuevo impulso y desarrollo a la teoría del socialismo científico, a la ideología marxista-leninista.
En este momento estamos enfrentados al plan sobre la llamada democratización de los países árabes en el “Gran Oriente Medio” de los Estados Unidos, que a pesar de diferenciaciones parciales ha sido adoptado por el Grupo de los 8, por la OTAN y por la UE. También al nuevo cambio de las fronteras en los Balcanes, con la independización del Kosovo en el centro. Se va desarrollando la agresión contra Líbano, Siria, Irán, continúa la intervención criminal del gobierno israelí contra el pueblo palestino. Existe la agresión multifacética de los Estados Unidos y la UE en Africa. Existe el nuevo plan de los Estados Unidos contra Cuba socialista, que la UE acepta y adopta, así como los esfuerzos de socavar al Presidente Chávez en Venezuela y su política. Las iniciativas desarrolladas por Cuba y Venezuela en la creación del ALBA contra el ALCA que promueven los Estados Unidos, han agudizado las contradicciones en la región y los esfuerzos de desestabilización. El apoyo al esfuerzo que hace Venezuela y otros países latinoamericanos para enfrentar la agresividad de los Estados Unidos y de los monopolios que demandan el pleno dominio del petróleo y de otras fuentes de riqueza es de suma importancia.
En este momento se ha aumentado el ataque anticomunista en ocasión de la propuesta hecha en el Consejo de Europa para condenar los supuestos crímenes del comunismo que provocó una reacción que tiene que seguir y fortalecerse. Aquí incluimos la intención de cerrar el mausoleo de Lenin, combinada con un aumento de los ataques contra los comunistas. Finalmente, hay unos acontecimientos serios que tienen que ver con la adaptación de la Carta de la ONU al orden imperialista actual. Se trata de un frente de lucha que podemos enfrentar coordinadamente y con iniciativas comunes. Como ejemplo mencionamos algunas iniciativas que a nuestro juicio podemos desarrollar a través de intervenciones y acciones comunes.
PROPUESTAS PARA INICIATIVAS EN EL LAPSO 2005-2006
1.Una declaración común y una campaña mundial para la liberación de los 5 patriotas cubanos y para el tema de Posada Carriles. Organizar una delegación de diputados, sindicalistas y otras personalidades que los visite en las cárceles estadounidenses.
2.Envío de brigadas internacionalistas compuestas por militantes de nuestros partidos a Cuba y Venezuela.
3.Declaración común sobre el memorando anticomunista del Consejo de Europa. Campaña de recolecta de firmas y de protesta en nuestros países. 4.Campaña sobre la actualidad del socialismo en ocasión de los 90 años de la Gran Revolución Socialista de Octubre (2007).
5.Para el 1ro de Mayo de 2006 organizar una campaña contra la pobreza, el desempleo, los despidos, el arrego del tiempo laboral y la reforma del derecho a la seguridad, de los derechos laborales.
6.Organizar un encuentro de educadores comunistas de los países europeos sobre el impacto en la educación de las restructuraciones capitalistas y la estrategia de Lisboa. Crear un grupo que siga los acontecimientos de manera sistemática.
7.Organizar una campaña europea hasta la próxima cumbre del 15 de diciembre de 2005 contra las medidas antiterroristas de la UE.
8.Seguir de manera sistemática los temas que tienen que ver con las persecuciones de los Partidos Comunistas y de otras fuerzas antimperialistas, como prohibición de llamarse Partido Comunista, Partidos Comunistas que son ilegales, juicios y encarcelamientos, persecuciones de otro tipo. Crear un grupo de trabajo sobre estos temas.
9.Apoyo activo a los encuentros regionales de los Partidos Comunistas como es el encuentro de los PC latinoamericanos y otros.
10.Organizar un encuentro de partidos europeos en diciembre en ocasión de la cumbre de la UE para valorizarla y evaluar los movimientos contra la UE.
11.Organizar encuentros de Partidos Comunistas de los Balcanes y de movimientos contra el cambio de las fronteras, las intervenciones imperialistas de la OTAN, los EE UU, la UE.
12.Organizar una campaña contra las bases militares en nuestros países. 13.Envío de una delegación común de solidaridad de PC a Líbano, Siria, Palestina e Israel.
14. Iniciativas sobre la situación en Africa y Asia.
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