Ponencia del KKE en el Seminario sobre la Comuna de París, Universidad Federal del Rio de Janeiro
Queridos
amigos:
En
nombre del Partido Comunista de Grecia –KKE- quiero agradecerles por
su gentil invitación para participar y contribuir en este seminario
importante sobre los 140 años de la Comuna de París.
Aprovecho
la oportunidad para agradecer a todos los camaradas, trabajadores y
jóvenes de Brasil que manifiestan su solidaridad con las luchas del
KKE y del PAME (Frente Militante de Todos los Trabajadores), el movimiento
sindical clasista en nuestro país.
El
tema que este seminario aborda es de gran importancia teórica, política
y práctica, especialmente en condiciones de crisis capitalista, porque
el estudio de las experiencias, positivas y negativas, de las revoluciones
anteriores y de la construcción socialista, la defensa de las leyes
de desarrollo del socialismo y la defensa de la contribución histórica
de la Unión Soviética y en general del socialismo en el Siglo XX,
son condiciones imprescindibles para construir hoy una estrategia revolucionaria,
científicamente elaborada.
El
legado político de la Comuna de Paris
El
gran heroísmo de hombres, mujeres y hasta niños que dieron sus vidas
por la nueva sociedad en el primer asalto obrero al cielo, la experiencia
de la Comuna de París y las lecciones extraídas del curso de los 72
días del primer poder obrero en el mundo, continúan vigentes.
La
burguesía se mostro capaz de cometer los mayores crímenes, a fin de
salvar el poder del capital. Opto por aliarse a los invasores del ejército
prusiano, para masacrar a la clase trabajadora de París. Probó
que había dejado atrás definitivamente su papel progresista anterior.
La
principal lección de las experiencias de la Comuna de París es, como
escribió Marx, que “la clase obrera no puede simplemente tomar
posesión de la maquina estatal existente y colocarla en movimiento
para sus propios fines”. Al contrario, como afirmó Lenin, “la
clase obrera debe quebrar, destruir la ʻmáquina del Estadoʼ, y no
sólo limitarse a tomar posesión de ella”. La dictadura del proletariado,
es el poder más democrática de cuantos hayan existido hasta hoy, en
lugar de la dictadura del capital.
La
segunda lección fundamental que la historia de la Comuna nos enseña
es que el nuevo poder debe comenzar inmediatamente “a la expropiación
de los expropiadores”, esto es la socialización de los medios de
producción concentrados.
La
Comuna de París da respuesta a todos los derrotistas y conformistas
que consideran la correlación de fuerzas como algo estático, que cierran
los ojos a la objetiva agudización de las contradicciones y a la maduración
de la lucha de clases.
Finalmente
la historia de la Comuna enseña, a través de la experiencia de su
derrota, que el proletariado debe tener estrategia y táctica con base
científica, conocimiento profundo de las leyes que rigen la lucha de
clases. Esta tarea puede ser realizada solamente por un partido comunista
con teoría revolucionaria, en conflicto con la ideología burguesa,
el reformismo y el oportunismo.
Estas
conclusiones tienen importancia vital para el movimiento revolucionario.
Fueron confirmadas por las experiencias siguientes, es decir, de la
Gran Revolución de Octubre, en Rusia, de la Revolución Cubana y de
la construcción socialista en el siglo pasado. Las lecciones extraídas
de las experiencias de las revoluciones y contrarrevoluciones, de los
éxitos y retrocesos nos dan fuerza para la lucha que libramos hoy.
Avanzamos para el futuro enseñados por el pasado.
Esas
experiencias derriban las ilusiones sobre la posibilidad para un gobierno
de colocar al Estado burgués al servicio de los intereses del pueblo.
Tales ilusiones costaron caro al movimiento popular en el pasado (como
en el caso de Chile) y hoy día se vuelven aún más peligrosas, ya
que el movimiento obrero se encuentra frente a desafíos muy grandes,
donde la elección entre la línea de ruptura y la de adaptación determinará
la dirección de los acontecimientos.
Las
contrarrevoluciones, los retrocesos del socialismo en la Unión Soviética
y en otros países socialistas, no alteran el carácter de nuestra época,
como la época de la transición del capitalismo para el socialismo.
La
necesidad de la revolución socialista, el derrocamiento del capitalismo
y la construcción de una nueva formación socioeconómica comunista,
no es determinada por la correlación de fuerzas en un momento histórico
dado, pero por la exigencia histórica de la resolución de la contradicción
fundamental entre el capital y el trabajo, la abolición de la explotación
del hombre por el hombre, la abolición de las clases.
La
crisis capitalista y las luchas en Grecia
Permítanme
presentar algunos aspectos de la lucha actual del KKE que tal vez sean
interesantes para ustedes, desde el punto de vista del intercambio de
experiencias.
La crisis económica capitalista encontró al KKE ideológica y políticamente preparado, en razón de nuestros análisis sobre las siguientes cuestiones:
- El desarrollo del capitalismo griego, en las condiciones de su incorporación a la Unión Europea;
- la política de alianzas, que perfeccionamos y que se basa en la estructura social y de clases del país;
- el trabajo que desarrollamos en los últimos dieciocho años para extraer conclusiones científicas sobre la construcción socialista en el siglo XX y sobre las causas de la victoria de la contrarrevolución, particularmente aquellas de carácter interno.
El
KKE enfatizó, desde el primer momento, que la crisis actual es una
crisis de sobreproducción capitalista, que presiona la agudización
de la contradicción principal del capitalismo. Mostró que las
medidas antipopulares expresaran necesidades del capital para asegurar
su competitividad y rentabilidad.
Nuestro
Partido llamó la atención sobre las contradicciones dentro de
la Unión Europea, los conflictos entre las potencias imperialistas
principales y con las fuerzas capitalistas emergentes, como China –donde
todos los hechos prueban que las relaciones de producción capitalista
predominan ya- la India, Brasil, el papel de Rusia, etc.
Más
de 20 huelgas generales ene l ámbito nacional fueron organizadas con
éxito, del 2010 hasta ahora, además de innumerables huelgas por ramas,
sectores y empresas, manifestaciones, ocupaciones con la participación
de centenas de millones de trabajadores.
Los
comunistas están en la vanguardia de estas batallas, luchando en las
filas del PAME, que congrega a todos los sindicatos, federaciones, centros
laborales y comités de lucha de las empresas y sectoriales de orientación
clasista, involucrando a millares de trabajadores.
La
organización de las luchas se hace en condiciones de polémica aguda
con las fuerzas del sindicalismo al servicio de la patronal, con las
direcciones de las confederaciones generales en el sector privado y
público, cuyas mayorías son compuestas por cuadros del PASOK (partido
socialdemócrata y actualmente en el gobierno) y de la ND (partido liberal)
contando, simultáneamente, con el apoyo de las fuerzas oportunistas.
Este bloque constituyó un pilar para la estrategia del capital.
Defiende a la Unión Europea, siembra ilusiones y mistificaciones y
cultiva la colaboración de clases.
Organización
en los locales de trabajo- Alianza Social
Tomamos
medidas adicionales para consolidar la intervención del Partido y realizar
trabajo de masas en las fábricas y en la industria en general, porque
aquí se coloca el terreno principal de la lucha y ahí será
decidido el desarrollo de la lucha de clases y la perspectiva de las
alianzas sociales. En este cuadro, procedimos a una restructuración
interna en la organización de los miembros del Partido y la unificación
de las organizaciones partidarias que tienen un campo de acción unificado.
Colocamos
las cuestiones del reagrupamiento del movimiento obrero como cuestión
aún más urgente. Elaboramos un cuadro de acción y de reivindicaciones
comunes para el movimiento obrero y su alianza con las capas medias
más pobres, los autónomos, los artesanos, los pequeños comerciantes
y agricultores, los movimientos de la juventud y de las mujeres.
Dimos
impulso a la formación de una alianza social a nivel nacional en base
de ese cuadro común de objetivos y de lucha. Es un acontecimiento que
se da por primera vez en Grecia en tal dirección. Esa iniciativa tomada
por el PAME fue apoyada por el Frente Militantes de los Campesinos –PASY,
el Frente Antimonopolista de los Trabajadores por cuenta propia y Pequeños
Comerciantes (PASEVE). Este agrupamiento se amplió con la participación
del Frente de Lucha de los Estudiantes –MAS- y la Federación de Mujeres
Griegas –OGE. Nació así un núcleo de Alianza Social sustentada
en organizaciones y fuerzas clasistas y radicales. Esto llevo a la formación
de comités populares de esta alianza en barrios, comités de lucha
en locales de trabajo, etc.
Nosotros
queremos que los comités populares sean formados de manera bien preparada
a través de amplios procesos de masas, que no sean una mera “etiqueta”.
Que se dirijan a las más vastas masas populares atendiendo problemas
específicos o un conjunto de problemas. Cada parte constituyente de
esta alianza (sindicato, asociaciones de mujeres, otra organización)
continuara su actividad en su campo o sector, en locales de trabajo,
zonas industriales, barrios, universidades y escuelas. No se trata de
un agrupamiento temporal, sino de una fuerza que facilita la entrada
de los trabajadores y de otras capas populares a la lucha organizada
en una dirección antimonopolista y antiimperialista.
El
éxito y fuerza de esta alianza se juega en las fabricas, en los centros
de trabajo, donde el conflicto entre el trabajo y el capital se expresa
calara y directamente. Ya hay algunos resultados positivos en la readmisión
de trabajadores despedidos, en el pago de salarios e indemnizaciones
y en la reconexión de la electricidad a familias que no pagaron las
facturas debido a su pobreza. Se vienen dando y continuaran importantes
movilizaciones por la abolición de los peajes en las autopistas, los
nuevos impuestos, los problemas de la salud, contra el cierre de escuelas
y otros.
Reivindicaciones
y politización de la lucha
Prestamos
gran atención a las reivindicaciones del movimiento obrero. Las luchas
que se limitan a ciertas reivindicaciones parciales, cuyo objetivo es
mitigar las consecuencias de la crisis, no son eficaces; lo gobiernos
muestran dureza, corren riesgos, con todo, no pueden hacer las concesiones
que hacían en el pasado.
Cada
lucha por cuestiones específicas debe contribuir en la organización,
concentración y preparación de las fuerzas populares para el derrocamiento
del sistema explotador, y abrir el camino apara el poder del pueblo
y la economía del pueblo, para el socialismo.
El
criterio nuestro es si las exigencias van al encuentro de las necesidades
actuales de los trabajadores. Punto de partida es la afirmación de
que la clase obrera es la productora de la riqueza y debe reivindicarla.
De esta manera, elevamos la exigencia de los trabajadores, promovemos
la conciencia de los intereses de clase comunes entre las capas populares
y forjamos la alianza social.
Existe
hoy una oportunidad histórica en el terreno de la incesante lucha de
clases: dirigir el pensamiento y la acción de los pueblos en lucha
–bajo la dirección de la clase obrera –para el poder de la clase
trabajadora. Se debe entender que si igualmente en un determinado país,
fuera electa por el pueblo una mayoría parlamentaria favorable a los
trabajadores y si sobre esa base se formara un gobierno, este no será
capaz de rebasar los límites de las leyes básicas del capitalismo
si no resuelve las cuestiones de la socialización de los principales
medios de la producción, de la desvinculación del país de la Unión
Europea y de la OTAN, de la planificación de la economía y del establecimiento
del control obrero. Es una oportunidad para madurar la idea de que es
imperativa el cambio de la clase que detenta el poder estatal y no solo
una mudanza de gobierno.
La
propuesta política del KKE
La
propuesta política del KKE se resume en la consigna: Frente Democrático,
Anti-imperialista, Anti-monopolista por el poder popular y la economía
popular.
Para
que la economía popular pueda existir, buscando satisfacer las necesidades
de la población y no las necesidades de la ganancia, es necesario resolver
la cuestión de la propiedad.
Esto
implica: cambio en las relaciones sociales de propiedad, históricamente
rebasadas, que determinan el sistema político. Socialización de los
medios de producción básicos y concentrados en las siguientes áreas:
energía, telecomunicaciones, riqueza mineral, industria minera, abastecimiento
y distribución del agua, transporte. Socialización del sistema bancario,
del sistema de extracción, transporte y gestión de recursos naturales;
del comercio exterior; construcción de una red centralizada de comercio
interno. Sistemas exclusivamente públicos, gratuitos y universales
de educación, salud, de bienestar y de pensiones y jubilaciones.
Al
lado del sector socializado, se podrá formar un sector de cooperativas
de producción en el nivel de la pequeña agricultura, en ramos donde
la concentración tenga un nivel bajo. Ambos sectores estarán incluidos
en un mecanismo central de planificación económica.
La
planificación central es imprescindible para que se formulen las elecciones
y los objetivos estratégicos para priorizar sectores y ramos de la
producción, para determinar donde nuestras fuerzas y medios deben ser
concentrados. Es una necesidad que se deriva del propio desarrollo social.
¿Cuál
es el Poder que asegura tal rumbo de desarrollo?
Hoy
es posible agrupar a la clase obrera, capas intermedias de la ciudad
y del campo, a todos los trabajadores independientemente del nivel de
acuerdo con la concepción del KKE sobre el socialismo, en torno a reivindicaciones
y objetivos anti-imperialistas y antimonopolistas. En el ámbito de
la alianza popular pueden existir fuerzas con diferentes concepciones
sobre el poder. Para nosotros los comunistas, el poder popular no puede
ser otro sino el poder de la clase obrera, el poder socialista.
Nuestro
Partido en su 18 Congreso enriqueció su concepción programática
sobre el socialismo, utilizando las conclusiones sobre la construcción
del socialismo en la URSS durante el Siglo XX.
El
Estado revolucionario de la clase obrera, la dictadura del proletariado,
tiene el deber de obstruir las tentativas de la clase burguesa y de
la reacción internacional para restaurar el dominio del capital. Tiene
el deber de crear una sociedad nueva con la abolición de la explotación
del hombre por el hombre. Sus funciones organizativa, cultural, política,
educativa y defensiva son guiadas por el Partido de la clase obrera.
Dará expresión a una forma más elevada de democracia, teniendo
como característica fundamental la participación enérgica de
la clase obrero, del pueblo en la resolución de los problemas básicos
de la construcción de la sociedad socialista y en el control
del poder del Estado y de sus órganos. Es un órgano de la clase obrera
en la lucha de clases, que continua a través de otras formas y bajo
nuevas condiciones.
El
centralismo democrático es el principio fundamental del Estado socialista.
Es indispensable que el ejercicio del control obrero sea garantizado
en la práctica.
El
poder revolucionario de la clase obrera se basará en las instituciones
que nacerán de la lucha revolucionaria. Las instituciones parlamentarias
burguesas serán substituidas por nuevas instituciones del poder obrero.
El
poder del Estado de la clase obrera estará basado en las unidades
de producción, en los centros de trabajo, a través de los cuales la
clase obrera ejercerá el control social de la administración
y elegirá las mayoría de los representantes para los órganos
del poder (otras formas de elección son las escuelas y facultades,
las organizaciones de masas y de las mujeres)
La
representación de las cooperativas de agricultores y de pequeños productores
autónomos asegura su alianza con la clase obrera. El poder popular
velara por la composición social de los órganos en todos los niveles,
y en particular de los órganos superiores de poder.
El
más alto órgano del poder del Estado será un organismo de trabajo
–que legislará y gobernara al mismo tiempo- investido de los
poderes ejecutivo y legislativo dentro de su ámbito de competencias.
No es un parlamento, y sus representantes no son permanentes, pueden
ser destituidos, no se desligan de la producción y no tienen ni un
beneficio económico especial por su participación en los órganos
del poder del Estado.
Las
conclusiones sobre el carácter del poder popular, la importancia de
la organización de los trabajadores en los locales de trabajo constituyen
provisiones valiosas. Nos da fuerza, nos ayuda en la lucha cotidiana,
reforzando nuestra orientación principal para la organización de la
clase obrera dentro de las empresas y locales de trabajo y la consciencia
sobre los límites objetivos que tienen las instituciones y las estructuras
que el movimiento obrero desenvuelve en los marcos del capitalismo,
promoviendo formas de alianza popular que puedan, en virajes de la lucha
de clases, tornarse en embriones del nuevo poder.
Estimados
amigos y camaradas,
Tenemos
la convicción firme de que el Siglo XXI estará marcado por una
nueva onda de revoluciones socialistas, o sea, como el gran poeta comunista
de Grecia Yianis Ritsos afirmó, vivimos “el último siglo antes del
hombre”.
e-mail:cpg@int.kke.gr