Aspectos de la experiencia de la lucha de clases en Grecia y Europa

Contribución de Giorgos Marinos, miembro del Buró Político del CC del KKE y miembro del parlamento, al seminario internacional del Partido Comunista Brasileño con tema “Capitalismo: la ofensiva imperialista e la lucha por el socialismo

El Partido Comunista de Grecia expresa su agradecimiento al Partido Comunista Brasileño y le felicita para los eventos importantes que ha organizado. Nuestro partido saluda calurosamente las luchas de los comunistas brasileños que han ofrecido importantes ejemplos de autosacrificio, de heroísmo, de resistencia y han encabezado la organización de la lucha de la clase obrera y del campesinado pobre, el desarrollo de la lucha de clases en la confrontación con la burguesía, el Estado burgués y los mecanismos de represión.

Los comunistas sacan su fuerza de los valores revolucionarios y es por eso que no se han arrodillado por las diversas persecuciones, el encarcelamiento, los asesinatos que ha llevado a cabo el adversario para impedir la lucha para la liberación de los grilletes de la explotación capitalista. Esta experiencia ofrece enseñanzas para responder a las nuevas condiciones teniendo claro que la democracia burguesa fue y sigue siendo la dictadura de los monopolios y que la solución vendrá del desarrollo de la lucha de clases hasta el final.

Objetivamente, la lucha de clases es la fuerza motriz del progreso social en el conflicto permanente de lo nuevo con lo viejo. Esto ha ocurrido históricamente y marca el curso de las formaciones socio-económicas, marca la lucha en las condiciones de capitalismo que recorre su etapa superior, su etapa última, imperialista.

La lucha de clases es un principio inviolable para los partidos comunistas. Es un principio que no se limita en la lucha diaria para los problemas de los trabajadores, para determinar las condiciones de venta de la fuerza de trabajo, sino que se determina por el elemento cualitativo de la lucha por el derrocamiento del poder de los monopolios, por el derrocamiento del sistema capitalista, por el socialismo.

Esta posición de principio, que surge de la realidad objetiva, da fuerza al KKE que protagoniza en las luchas de clases en Grecia, en las condiciones difíciles de una confrontación dura con la burguesía, sus representantes políticos y sindicales, la Unión Europea y las fuerzas del oportunismo que apoyan el sistema de explotación y trabajan para incorporar a la clase obrera a los objetivos del capital como gestores del capitalismo.

¿Qué ocurre en Grecia que se encuentra en la primera línea de la actualidad?

Hay que responder esta pregunta en base a datos reales porque al contrario se registrarán posiciones que distorsionan la realidad.

En Grecia, durante unos veinte años hasta el 2008 cuando se manifestó la crisis, el desarrollo capitalista registró altas tasas; el PIB tenía un crecimiento por encima de 3% al año.

La riqueza producida por los trabajadores fue multiplicada. Sin embargo, el que ganó de este proceso fue la plutocracia que aumentó sus ganancias por 28 veces y acumuló muchos capitales mediante la intensificación del grado de explotación de la clase obrera, el aumento de la plusvalía y del trabajo no remunerado.

Desde principios de la década de 1990 se implementaron duras medidas antipopulares. La situación en que se encontraba la clase obrera y los sectores populares se deterioró, el desempleo se mantuvo en niveles altos en condiciones de crecimiento de la economía capitalista.

En el marco de la Unión Europea y a nivel nacional, tanto en Grecia como en los demás Estados miembros, los gobiernos burgueses fueron responsables de la promoción de significativos cambios reaccionarios. Se eliminaron derechos laborales y de seguridad social, se comercializaron los servicios sociales y a través de este curso se llevó a cabo la sobreacumulación de capitales, se manifestó la crisis capitalista.

Por lo tanto, en todas las fases del ciclo económico el capitalismo es un sistema explotador, antipopular, bárbaro y esta característica es aún más clara en condiciones de crisis cuando se destruyen rápidamente fuerzas de producción, se agudizan los problemas del pueblo y se empeora la situación de la clase obrera y de los sectores populares.

Insistimos en el carácter de la crisis como crisis de sobreacumulación de capital que manifiesta la agudización de la contradicción entre el carácter social de la producción y la apropiación capitalista de sus resultados porque este es el elemento objetivo que surge del estudio de las leyes del sistema.

Esto es de gran importancia porque demuestra en la práctica los límites históricos del capitalismo, su decadencia y la necesidad de su derrocamiento, en oposición a las fuerzas burguesas y oportunistas que suprimen o distorsionan la realidad utilizando numerosas construcciones ideológicas.

Estas fuerzas tienen posiciones muy peligrosas que, desgraciadamente, han sido adoptadas incluso por algunos Partidos Comunistas.

Interpretan la crisis como una crisis del Neoliberalismo, diciendo que el mercado se ha quedado sin control, que las normas de regulación, los controles sobre los bancos.

Este enfoque es anticientífico y políticamente sirve a muchos propósitos. Absuelve el capitalismo y crea confusiones en cuanto a la búsqueda de un mejor modo de gestión del sistema.

La actividad económica de los monopolios que han derivado de la concentración-centralización del capital, es el corazón del sistema y determina el carácter del mercado.

Los elementos básicos de su operación son el criterio de las ganancias, la libre circulación de capitales, las relaciones de explotación del trabajo por el capital porque los medios de producción son propiedad capitalista.

Estos elementos no conciernen solamente la gestión neoliberal del sistema, pero también la gestión socialdemócrata, digamos neokeynsiana, toda gestión en el marco del sistema explotador, independientemente del tamaño del Estado burgués que sigue siendo el capitalista colectivo.

Se habla de una crisis financiera-de deuda. En este punto también se hace una abstracción anticientífica en un intento de separar la esfera de la circulación de la columna vertebral del sistema, es decir la producción, donde se crea la plusvalía a través de la explotación de la fuerza de trabajo. Los capitales sobreacumulados que se generan en la producción encuentran una salida en el sector financiero que él también tiene sus propias contradicciones.

La crisis que se manifestó en 2008 es profunda y su continuación demuestra que no se ha destruido el capital sobreacumulado que se requiere para lograr un equilibrio. En Grecia, en el período de 2009-2011 el PIB cayó más de 12%, la caída del PIB en 2011 fue superior al 7% y en 2012 se prevé un descenso de más de un 3%.

Las leyes del capitalismo son implacables y el KKE considera que una posible recuperación será débil y marcada por el alto desempleo y la continuación del deterioro de la situación de la clase obrera.

Es bien sabido que se hace un intento atrapar el debate sobre Grecia en la versión dominante del gobierno acerca de la deuda y quisiéramos plantear unos asuntos. Es verdad que la deuda es muy alta; se estima a unos 260.000 millones de euros, es decir superior al 160% del PIB.

La pregunta a la que debemos responder es los factores, las causas que llevaron a esta deuda.

El KKE responde de modo documentado y demuestra con elementos que la deuda fue creada por la política de los gobiernos burgueses que utilizan los préstamos para financiar el gran capital, la política que promueve la exención de impuestos a las empresas, mantiene los impuestos sobre las ganancias a niveles muy bajos y permite una gran evasión fiscal. La deuda se debe a la incorporación de Grecia en la Unión Europea que ha llevado a la disminución de la producción agrícola y de importantes sectores de la industria manufacturera, así como a los grandes fondos asignados a las necesidades de la OTAN.

Los gobiernos del partido liberal de la ND y del PASOK socialdemócrata, así como el gobierno de coalición que formaron estos dos partidos junto con el partido nacionalista de LAOS en noviembre de 2011, han tomado medidas antipopulares muy duras.

Normalmente estas medidas habían sido predecididas el período anterior en la Unión Europea bajo la responsabilidad de los gobiernos griegos, en el marco de la estrategia de las reestructuraciones capitalistas que tenían como objetivo la reducción del precio de la fuerza de trabajo con el fin de aumentar la competitividad y la rentabilidad del capital.

Se trata pues de medidas que promueven el trabajo a tiempo parcial, los trabajos temporales, la contratación de trabajadores, el ataque contra la jornada laboral de ocho horas, el aumento de la edad de jubilación, la comercialización de la Salud, del Bienestar social, de la Educación, la liberalización y privatización de la energía, de las comunicaciones, del transporte etc.

Desde el mayo de 2010 cuando el gobierno del PASOK firmó el contrato de préstamo y el primer memorándum con la Unión Europea, el Fondo Monetario Internacional y el Banco Central Europeo y a continuación desde el febrero de 2012, cuando el gobierno de coalición firmó el segundo contrato de préstamo y el segundo memorándum, se implementaron unas medidas antipopulares aún más crueles. Estas medidas promueven recortes en los salarios y en las pensiones, la abolición de los convenios colectivos sectoriales y la reducción del salario mínimo que prevé el Convenio Colectivo Nacional de Trabajo, la abolición de la bonificación de la Navidad y del Pascua, de la paga de vacaciones, el despido de 30.000 funcionarios en 2012 y 150.000 hasta el 2015 etc.

El salario mínimo en Grecia de los 751 euros brutos cayó a los 586 euros brutos, la prestación por desempleo se disminuyó de los 411 euros a los 320, y los salarios para los jóvenes menores de 25 años se redujeron a los 510 euros brutos.

Actualmente en Grecia los parados son más de un 1.200.000, el precio de la fuerza de trabajo ha disminuido dramáticamente, el grado de explotación ha aumentado y la pobreza se ha extendido a más de 40% de la población.

Hay que tener en cuenta que con los nuevos préstamos de 120.000 millones de euros en 2010 y de 130.000 millones de euros en 2012 y a pesar del recorte de la deuda de 100.000 millones de euros, la deuda está creciendo y se estima que en 2015 alcanzará los 400.000 millones de euros.

En esencia, en este proceso las fuerzas del capital han llevado al pueblo conscientemente a la ruina mientras sigue abierta la posibilidad de una quiebra incontrolada.

La experiencia que han adquirido los pueblos de la Unión Europea reafirma la posición del KKE que la UE es una unión imperialista interestatal cuyo criterio es los intereses del capital y que se hace cada vez más peligrosa para la clase obrera y los sectores populares. Además, ha participado en las guerras imperialistas en Yugoslavia, Irak, Afganistán, Libia, en las amenazas contra Irán y Siria y se está preparando para las nuevas guerras que generará la competencia interimperialista.

La competencia entre las potencias imperialistas se basa en el desarrollo desigual; tiene que ver con quién prevalecerá en la guerra para la conquista de nuevos mercados y qué monopolios se reforzarán de la crisis.

La experiencia de la UE afirma que cualquiera unificación de Estados capitalistas crea un mayor mercado que funciona en base a los intereses y las ganancias del capital. Esto es objetivo y no se anula incluso en el caso de que en una unificación, en un ambiente capitalista en general participe un país socialista. Porque este también estaría obligado a actuar en un marco establecido por criterios económicos privados. No se trata de una cuestión de voluntad o de estado de ánimo, sino de la operación objetiva de las leyes que rigen las economías en que los medios de producción están en manos de los monopolios, o del capitalista colectivo, el Estado, con el criterio de concentrar plusvalía y ganancias.

Los bancos, las empresas petroleras y otros monopolios se refuerzan y compiten entre ellos para predominar y lograr mayor cuota del mercado.

La experiencia de la UE muestra además lo valiosa que es la revelación temprana del carácter de la unificación capitalista; revelación temprana para hacer frente a las ilusiones y para que el movimiento obrero se prepare a tiempo. El KKE tiene en ello una contribución importante. Pero debemos señalar que hay un problema grave en cuanto a la postura de partidos comunistas que no han levantado rápidamente un frente contra la UE y han aceptado en Europa la lógica del Estado de bienestar, en realidad, del Estado burgués que, debido a la confrontación con el socialismo antes de su derrocamiento y a la lucha de clases así como para incorporar a fuerzas populares, tuvo que hacer concesiones y satisfacer algunas demandas sobre el nivel de sueldos y los servicios sociales.

La clase obrera, los sectores populares en Europa lucharían de mejores posiciones si la situación en el movimiento comunista y obrero en general fuese diferente. Porqué el efecto del oportunismo, del reformismo es un factor clave en la recesión de la lucha de clases. Grecia no es un caso especial. El factor determinante que ha contribuido al desarrollo de la lucha de clases es la línea revolucionaria del KKE porque a pesar de las debilidades y las dificultades que afronta, tiene clara la dirección de lucha, la necesidad, la vigencia y la oportunidad del socialismo.

Estimados camaradas:

En la zona del euro y en la Unión Europea, que en 2010 aparecieron signos de recuperación, se preocupan mucho y estiman que en 2011 y a principios de 2012 habrá una disminución en el PIB, o un estancamiento marginal y esto concierne también a países imperialistas poderosos como Italia y España.

Hoy en día en la UE los desempleados superan los 42 millones y la población que vive bajo el umbral de la pobreza supera los 115 millones de personas.

Fuerzas burguesas y oportunistas utilizan la situación en Grecia y hablan de ocupación del país por la UE o Alemania, de abolición de la independencia nacional.

Esta posición no tiene nada que ver con la realidad.

Grecia, igual que cualquier Estado capitalista, participa en las organizaciones imperialistas con la decisión consciente de la clase burguesa, cede conscientemente derechos soberanos para garantizar sus intereses a largo plazo.

En condiciones de desigualdad, que es una ley absoluta del capitalismo, la presencia de todo Estado capitalista en el sistema imperialista y en las organizaciones imperialistas está determinada por su fuerza económica, política y militar.

Estos asuntos requieren gran atención y deben tratarse en el marco de la relación verdadera de dependencia e interdependencia de los Estados capitalistas tomando en cuenta que la desigualdad y la predominio de las posiciones de los Estados más potentes en el sistema imperialista es un elemento característico del capitalismo, y que la desigualdad en las relaciones desaparecerá en la medida en que el pueblo griego y los demás pueblos decidan romper las cadenas de la explotación, derrocar el sistema, construir el socialismo, desarrollar un sistema de relaciones internacionales en base al beneficio mutuo.

Hay que prestar aún más atención en la posición que en el nombre de la independencia nacional y la soberanía nacional lleva a partidos comunistas en alianzas con fuerzas burguesas y limita su acción en objetivos de perpetuación del sistema capitalista.

Estimados camaradas:

En Grecia se llevan a cabo luchas de clases masivas y duras desde hace mucho tiempo. Numerosas huelgas generales y sectoriales, huelgas en empresas, decenas de manifestaciones, sentadas en edificios estatales y otros.

El punto clave es que en estas luchas protagonizan el KKE y el PAME, el movimiento de orientación de clase que agrupa en sus filas cientos de sindicatos, Federaciones, Centrales de Trabajo, comités de lucha en empresas, sindicalistas que luchan en la línea de lucha de clases.

Estas luchas se desarrollan en un ambiente de anticomunismo intenso de parte de los partidos burgueses y los medios de comunicación, en un clima de intimidación patronal, de organización de ataques de provocación por el mecanismo estatal y paraestatal mediante varios grupos de encapuchados anticomunistas que se presentan como anti-autoritarios. Hasta el momento, estas provocaciones han causado cuatro muertes y muchos heridos, pero no han vencido el espíritu combativo de la clase obrera. El KKE, el PAME y las demás agrupaciones militantes dan pasos hacia delante, continúan con determinación la organización de la lucha, insistiendo en el trabajo en las fábricas, las empresas, los barrios populares, dando prioridad al reagrupamiento del movimiento obrero, al cambio de la correlación de fuerzas.

Últimamente se han dado pasos importantes en la acción común del PAME con las agrupaciones militantes en los campesinos, los pequeños empresarios, la juventud y las mujeres en el esfuerzo de consolidar la alianza social que es la base de la política de alianzas del KKE. El fruto de este esfuerzo es la creación de cientos de comités populares que tienen una acción significativa en barrios populares, en ciudades y pueblos sobre los problemas de las familias populares.

Un elemento importante de estos acontecimientos es la confrontación intensa del KKE y del movimiento de clase con el SYN/SYRIZA, con el Partido de la Izquierda Europea (PIE) y otras fuerzas del oportunismo que utilizan una fraseología engañosa mientras sus posiciones apoyan la preservación del capitalismo, apoyan la Unión Europea y alaban el Banco Central Europeo, crean confusiones separando la deuda en moral e inmoral, legal e ilegal, facilitando el ataque de las fuerzas burguesas.

Se ha intensificado la confrontación con las fuerzas del sindicalismo colaboracionista, con la Confederación General de los Obreros en Grecia y la Confederación de los empleados en el sector público, controladas por el PASOK y la ND y las pocas fuerzas del oportunismo.

Se trata de fuerzas que apoyan la colaboración de clases y el diálogo social con los empleadores; son cómplices en la eliminación de derechos obreros y siguen la línea de las organizaciones subyugadas de las CSI y las CES que están en confrontación con la FSM.

El KKE es la fuerza motriz de la resistencia del pueblo. Está en la primera línea de la lucha sobre cualquier problema popular y pone de manifiesto en la práctica las afirmaciones absurdas de los oportunistas, que de todos modos no tienen ninguna contribución seria en la lucha de los trabajadores, que el KKE espera el socialismo para que se resuelvan los problemas del pueblo.

Hay que dejar claro que la orientación de la lucha tiene gran importancia. Hoy en día ya no es suficiente la resistencia necesaria, ni tampoco es suficiente reclamar incluso demandas más avanzadas.

Lo principal es que la lucha se base en una línea antimonopolista y en objetivos de lucha que refuercen la unidad clasista de la clase obrera y su alianza con las capas populares.

La cuestión principal hoy es que a través de las luchas obreras y populares se consiga la mayor agrupación, concentración y preparación de fuerzas posible con el fin de derrocar el sistema de explotación. La lucha de clases no se limita en la confrontación con los gobiernos antipopulares, ni en reclamar mejores condiciones de venta de la fuerza de trabajo.

La cuestión crucial es la orientación que crea las condiciones para el poder obrero y popular, el socialismo que es el requisito para la abolición de la explotación del hombre por el hombre. Todo lo demás se lo lleva el aire, igual que pasó con el “movimiento de los indignados”.

La lucha por el socialismo determina la labor ideológica, política y de masas que hace el KKE y creemos que esto puede dar fuerza a todos los partidos comunistas, defendiendo las conquistas del socialismo que ha logrado eliminar el desempleo y la pobreza, ha establecido sistemas históricamente avanzados en los sectores de la salud, del bienestar, de la educación, de la cultura, de los deportes, la satisfacción de las necesidades del pueblo.

El KKE lucha de esta manera, trata de modo crítico sus errores, omisiones, desviaciones oportunistas que llevaron al derrocamiento del socialismo en la Unión Soviética y los demás países socialistas.

Estamos obligados a entrar valerosamente en un conflicto con el anticomunismo y las calumnias sin fundamento histórico de las fuerzas del capital que se enfurecen porque su interés requiere que la clase obrera trabaje duro, produzca plusvalía, produzca la riqueza para que la aprovechan los capitalistas.

Hay que acabar con esto. Esta postura es contemporánea, necesaria y representa los intereses de los pueblos.

El llamado socialismo del siglo XXI es engañoso. Es ajeno al poder obrero y popular, a la socialización de los medios de producción y la planificación central. Es una opción diseñada para el mantenimiento del capitalismo con la consigna engañosa de la humanización de la barbarie imperialista.

El KKE trabaja en base a su propuesta política:

Un poder obrero, popular que se basará en las unidades de producción, asegurando la participación de la clase obrera en la construcción de la nueva sociedad.

La socialización de los medios concentrados de producción, de la riqueza mineral, de la energía, de los transportes, de las telecomunicaciones, del comercio y otros sectores estratégicos. Las cooperativas de producción de los pequeños campesinos y de los pequeños empresarios donde las condiciones no estén maduras para la propiedad social. Con una planificación central que se expandirá nivel regional y sectorial.

La retirada de la OTAN y de la Unión Europea, de todas las organizaciones imperialistas y esfuerzo de crear relaciones de beneficio mutuo con otros Estados y pueblos.

La cancelación unilateral de la deuda porque no la ha creado nuestro pueblo.

Las dificultades son bien conocidas. Se requieren grandes sacrificios pero este es el camino que responde a los intereses de la clase obrera, de los sectores populares.