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Programa del KKE


Prólogo

El KKE se fundó en 1918 como
producto maduro del desarrollo del movimiento obrero en nuestro país, así como bajo el impacto de la Gran Revolución Socialista de Octubre de 1917 en Rusia.

El KKE es la vanguardia consciente y organizada de la clase obrera y tiene como objetivo estratégico el derrocamiento del capitalismo y la construcción del socialismo-comunismo.

La larga experiencia positiva y negativa del movimiento comunista internacional y del KKE ha confirmado que la clase obrera no puede cumplir su misión histórica si no tiene su propio Partido robusto, bien organizado y teóricamente armado, el Partido Comunista.

El KKE está guiado por la cosmovisión revolucionaria del marxismo-leninismo. Siguiendo sistemáticamente los nuevos logros científicos y tecnológicos trata de interpretar los desarrollos de manera dialéctica-materialista, generalizar la experiencia del movimiento obrero y popular en base a la ideología comunista y con criterio la necesidad de liberar a la clase obrera de la explotación. Ha combatido las teorías reaccionarias como la de Grecia como el “pariente pobre”, de la “inferioridad de las mujeres”, de las teorías racistas, del nacionalismo-cosmopolitismo del capital, del oscurantismo y la intolerancia, ha luchado por una educación popular profundamente humanística y científicamente fundamentada. Ha inspirado con su ideología y luchas a intelectuales y artistas radicales, se ha destacado como defensor firme y consecuente de la cultura del pueblo griego.

Desde su fundación, el KKE ha defendido el principio del internacionalismo proletario. Ha defendido la construcción socialista en la URSS, en los demás países de Europa, de Asia y en Cuba. Ha participado en la Internacional Comunista, ha expresado su solidaridad con las luchas de la clase obrera mundial, con los pueblos que luchaban por su liberación nacional, por el socialismo. El KKE también ha recibido, en períodos cruciales y difíciles de su lucha, la solidaridad y el apoyo del movimiento comunista y obrero internacional. Está luchando por el reagrupamiento del Movimiento Comunista Internacional después de la derrota y la crisis que ha sufrido y sigue sufriendo hasta hoy día, sobre todo después de la victoria de la contrarrevolución de 1989-1991.

El KKE, desde su fundación, ha estado al lado de la juventud de nuestro país. Se ha ocupado de sus problemas y futuro. Sigue confiando a la nueva generación, a su capacidad de contribuir a la construcción del futuro socialista.

Su trayectoria histórica entera demuestra la necesidad de su existencia en la sociedad griega. El KKE no ha perdido nunca su continuidad histórica. Ha combatido el oportunismo y el liquidacionismo en sus filas y ha sido capaz de sacar conclusiones de sus 95 años de actividad. Ha logrado mantener su carácter revolucionario en condiciones difíciles, mientras no ha tenido nunca miedo de reconocer sus errores, desviaciones, de hacer una autocrítica abierta ante el pueblo.

El KKE en sus 95 años de historia ha sido firmemente comprometido con los principios fundamentales de un Partido Comunista obrero revolucionario: el reconocimiento del papel dirigente de la clase obrera en el progreso social y la ideología marxista-leninista como teoría revolucionaria para la actividad política revolucionaria. No ha renunciado nunca a la lucha de clases, ni a la revolución socialista o la dictadura del proletariado.

El KKE ha soportado la turbulencia de la victoria de la contrarrevolución en la Unión Soviética y en los Estados de la construcción socialista en Europa y Asia. Esta resistencia no es accidental. Ha sido forjada con lazos históricos de sangre con la clase obrera y el campesinado pobre desde el primer momento de su fundación.

Desde 1918 en adelante, el KKE ha dado un contenido político a las luchas obreras contra la explotación capitalista y por ello resultó con muchos muertos, torturados y perseguidos. En las primeras décadas de su existencia, ha experimentado la represión estatal por todas las formas del poder burgués (parlamentaria, dictatorial) organizando con persistencia a la clase obrera, con resultados positivos para el movimiento popular. Ha sido firme en las condiciones particularmente duras de la clandestinidad en varios períodos. Ha jugado un papel principal en la lucha armada contra la “ocupación triple” (la ocupación del país de las tropas fascistas de Alemania, Italia, Bulgaria) con la Resistencia de EAM-ELAS. En dos ocasiones, el diciembre de 1944 y la lucha de tres años (1946-1949) del Ejército Democrático de Grecia (DSE), el movimiento obrero encabezado por el KKE y el movimiento campesino aliado entraron en conflicto armado con el poder burgués, que fue apoyado por la intervención militar imperialista directa, al principio de Gran Bretaña y luego de los EE.UU.

En su trayectoria de 95 años ha luchado contra la idea de que los explotados deben colaborar con los explotadores, de que deben someterse a los explotadores, y defendió las conquistas obreras y populares.

Las raíces históricas profundas del KKE en la clase obrera y el pueblo y el seguimiento firme de los principios del marxismo-leninismo explican por qué en crisis anteriores y sobre todo en 1968 y en 1991 ha logrado salvaguardar su continuidad histórica a pesar de la retirada de gran parte de sus fuerzas.

El KKE se ha reagrupado a nivel organizativo, ideológico y programático durante todo el período nuevo de su Historia, en base a los cinco Congresos intervinientes después de la crisis de 1991. El producto de esta trayectoria es este Programa aprobado por el 19º Congreso, que desarrolla la estrategia general del KKE por el socialismo y las tareas básicas de la lucha de clases.

  • El mundo contemporáneo y la posición de Grecia en el sistema imperialista

  • Los derrocamientos contrarrevolucionarios de los últimos 30 años no cambian el carácter de nuestra época. El período actual, un período de gran retroceso para le movimiento obrero internacional es históricamente temporal. Vivimos en la época de la necesidad histórica de la transición del capitalismo al socialismo ya que las condiciones materiales están maduras para la organización socialista de la producción y de la sociedad. Esto deriva de la maduración del carácter social del trabajo y de la agudización de su contradicción con la propiedad capitalista. Esta contradicción ha llevado el modo de producción capitalista en plena contradicción con las necesidades sociales contemporáneas. La maduración de las condiciones materiales no está determinada por la correlación de fuerzas.

    El retroceso histórico en el desarrollo de la lucha de clases es acompañado por la afluencia masiva de mano de obra barata en el mercado capitalista internacional (de Asia, África, América Latina, Europa del Este etc.), lo cual resulta a la devaluación de la fuerza de trabajo en las economías capitalistas más desarrollados (países de la OCDE), la aparición en estos países del empobrecimiento absoluto de la clase obrera y la intensificación del ataque del capital a nivel internacional.

    La profunda crisis de sobreacumulación de capital en 2008-2009, que en varias economías capitalistas en realidad no ha sido superada, hizo más evidente la tendencia de cambios significativos en la correlación de fuerzas entre los Estados capitalistas bajo el impacto de la ley del desarrollo desigual del capitalismo. Esta tendencia concierne también los niveles superiores de la pirámide imperialista.

    Los EE.UU. siguen siendo la primera potencia económica pero con una reducción significativa de su participación en el Producto Bruto Mundial. Hasta el 2008, la UE en su conjunto mantenía la segunda posición en el mercado capitalista internacional, una posición que ha perdido después de la crisis. China ya se ha convertido en la segunda potencia económica, la alianza BRICS (Brasil, Rusia, India, China, Sudáfrica) se ha fortalecido en las uniones capitalistas internacionales, como es el FMI y G20. El cambio en la correlación de fuerzas entre los Estados capitalistas ha traído cambios en las alianzas entre ellos ya que se están intensificando las contradicciones interimperialistas por el control y el nuevo reparto de territorios y mercados, de zonas de influencia económica sobre todo de los recursos energéticos y naturales, de rutas de transporte de mercancías.

    Las contradicciones interimperialistas que, en el pasado, dieron lugar a decenas de guerras locales, regionales y dos guerras mundiales, siguen conduciendo a duras confrontaciones económicas, políticas y militares, independientemente de la composición o recomposición, los cambios en la estructura y en el marco de objetivos de las uniones imperialistas internacionales, la llamada nueva “arquitectura”. “La guerra es la continuación de la política por otros medios”, sobre todo en condiciones de profunda crisis de sobreacumulación y de cambios importantes en la correlación de fuerzas en el sistema imperialista internacional, donde la redistribución de los mercados rara vez ocurre sin derramamiento de sangre.

    La manifestación periódica de las crisis de sobreacumulación pone a prueba la cohesión de la zona euro, como una unión monetaria de Estados miembros con una desigualdad profunda en el desarrollo y la estructura de la producción industrial, en la productividad y su posición en el mercado de la Unión Europea e internacional.

    La tendencia de fortalecimiento de la interdependencia de las economías de los países en el sistema imperialista internacional no conduce a la disminución del papel del Estado burgués, como sostienen las variaciones teóricas de la “globalización”.

    En cualquier caso, el futuro de la Unión Europea y de la zona euro no es determinado solamente por los planes imperialistas, porque las contradicciones tienen su propia dinámica. Cualquier opción de la gestión burguesa entrará en conflicto con los intereses obreros y populares en todos los Estados miembros de la zona euro.

    La crisis ha puesto de manifiesto más intensamente los límites históricos del sistema capitalista. Se están intensificando las contradicciones y las dificultades de la política de gestión burguesa de la crisis y en general las dificultades en el paso a un nuevo ciclo de reproducción ampliada del capital social.

    El capitalismo griego está en su fase imperialista de desarrollo, en posición intermedia en el sistema imperialista internacional, con dependencias fuertes de los EE.UU. y de la Unión Europea.

    La adhesión de Grecia a la CEE a principios de la década de 1980, aceleró su adaptación al mercado de la Europa occidental, un proceso que continuó con su adhesión a la UE en 1991 y a la zona euro en 2001. A través de su participación en la reestructuración de la Unión Europea, la OTAN y las demás alianzas interestatales imperialistas, el Estado capitalista griego se ha incorporado orgánicamente en el sistema imperialista internacional.

    Al principio, la burguesía griega se benefició del derrocamiento contrarrevolucionario en los países balcánicos vecinos y de la adhesión a la UE, logró importante acumulación y exportaciones de capitales en forma de inversiones directas que contribuyeron al fortalecimiento de las empresas y los grupos monopólicos griegos.

    Las exportaciones de capitales se ampliaron a Turquía, Egipto, Ucrania, China así como a Gran Bretaña, EE.UU. y otros países. Participó activamente en todas las intervenciones y guerras imperialistas, como aquellas contra Yugoslavia, Irak, Afganistán, Libia etc.

    En la década que precedió el estallido de la crisis actual, la economía griega mantuvo una tasa anual de crecimiento del PIB significativamente más alta que el nivel correspondiente de la Unión Europea y la zona euro, sin cambiar esencialmente su posición en esta. Sin embargo, ha mejorado su posición en los Balcanes.

    Después del estallido de la crisis se deterioró la posición de la economía capitalista griega en el marco de la zona euro y de la UE y en general en el marco de la pirámide imperialista internacional, lo cual no invalida el hecho de que la incorporación de Grecia en la CEE y en la UE ha servido los sectores más dinámicos del capital monopolista nacional y ha contribuido al fortalecimiento de su poder político.

    La participación de Grecia en la OTAN, la dependencia político-económica y político-militar de la UE y EE.UU. limita el margen de maniobras independientes de parte de la burguesía de Grecia, ya que todas las relaciones de alianza del capital se rigen por el antagonismo, la desigualdad y, consecuentemente, por la posición ventajosa del más fuerte, se forman como relaciones de interdependencia desigual.

    Las contradicciones interburguesas hasta ahora no invalidan la opción estratégica de incorporación a la OTAN y la UE aunque la participación en la zona euro se desarrolla de manera contradictoria, mientras al mismo tiempo se refuerza la tendencia para el fortalecimiento de las relaciones con otros centros (EE.UU., Rusia, China).

    Se están aumentando los peligros en la región en general, desde los Balcanes hasta el Oriente Medio, para una guerra imperialista generalizada y la implicación de Grecia en esta.

    La lucha por la defensa de las fronteras, los derechos soberanos de Grecia, desde el punto de vista de la clase obrera y de los sectores populares es parte integral de la lucha por el derrocamiento del poder del capital. No tiene nada que ver con la defensa de los planes de uno u otro polo imperialista y la rentabilidad de uno u otro grupo monopolista.

    La base material de la necesidad del socialismo en Grecia

    El pueblo griego se liberará de las cadenas de la explotación capitalista y de las uniones imperialistas cuando la clase obrera con sus aliados lleve a cabo la revolución socialista y avance a la construcción del socialismo-comunismo.

    El objetivo estratégico del KKE es la conquista del poder obrero revolucionario, es decir, la dictadura del proletariado, para la construcción socialista como fase inmadura de la sociedad comunista.

    El cambio revolucionario en Grecia será socialista.

    Las fuerzas motrices de la revolución socialista serán la clase obrera como fuerza dirigente, los semiproletarios, los sectores populares oprimidos de los autónomos en la ciudad y los campesinos pobres, que se ven afectados negativamente por los monopolios, por eso tienen interés objetivo de su abolición, de la abolición de la propiedad capitalista, del derrocamiento de su poder, tienen interés de las nuevas relaciones de producción.

    En los últimos 20 años, se han desarrollado aún más las condiciones materiales ya maduras para el socialismo en Grecia. Se han expandido y se han fortalecido las relaciones capitalistas en la producción agrícola, en la Educación, la Salud, la Cultura, los Deportes, los Medios de Comunicación. Se ha realizado una mayor concentración de trabajadores asalariados y de capital en la industria manufacturera, en el Comercio, las Construcciones, el Turismo. Tras la eliminación del monopolio estatal en las telecomunicaciones y en sectores monopolizados en la Energía y de los Transportes, se desarrollaron empresas de capital privado.

    Se ha aumentado el trabajo asalariado como porcentaje del empleo total, mientras se mantuvo estable el número de los trabajadores autónomos, ya que la disminución en un sector de los trabajadores autónomos fue acompañada por un aumento en el sector de los servicios.

    La gran reducción de la producción industrial y de las construcciones debido a la crisis prolongada aumentó el desempleo y la miseria absoluta, la pobreza extrema, aumentó el número de las personas sin hogar. El desempleo juvenil y de larga duración llegó a ser un problema explosivo.

    Por supuesto, la crisis no se manifiesta de manera uniforme en todos los sectores de la industria. Hay sectores y empresas que mantienen o aumentan sus ganancias, que muestran una pequeña reducción, que mantienen o aumentan la producción a los niveles anteriores al estallido de la crisis.

    Se aumentó rápidamente la distancia entre las necesidades obreras y populares contemporáneas y su satisfacción. El parasitismo, la podredumbre del capitalismo monopolista se manifestaron en todos los sectores de la producción, en el comercio, en la circulación del capital dinero, en todas las estructuras de organización de la sociedad capitalista, en todas las instituciones del sistema tomando la forma de la especulación financiera excesiva, del fraude, de la malversación de fondos, de la corrupción, de las destrucciones como son la contaminación y la polución en la pirámide de producción alimentaria, en las aguas, el medio ambiente, los bosques, las costas. Se ha ampliado la especulación parasitaria, como es el tráfico de drogas, la prostitución organizada de mujeres y niños etc. Se ha puesto de manifiesto el entretejimiento de centros de soborno ilegal de diputados y ministros y de órganos del poder, el entretejimiento de centros del crimen organizado y de las autoridades de persecución criminal.

    Al mismo tiempo, los cambios en la estructura, el contenido y el alcance de los sectores del Estado burgués que sirven necesidades estratégicas para la reproducción del capital, crean dificultades a la política de alianzas sociales de la clase dominante, así como la agudización de la contradicción fundamental entre capital y trabajo asalariado.

    La aceleración de las reestructuraciones reduce la capa de la aristocracia obrera y de los funcionarios públicos, y obstaculiza el esfuerzo de la política burguesa de manipular al movimiento obrero y de asimilar grandes secciones de los trabajadores asalariados como había hecho en el pasado.

    De todos los aspectos de la vida económica y social surge de modo intenso la contradicción entre el carácter social del trabajo y la apropiación capitalista privada de la mayor parte de sus resultados, debido a la propiedad capitalista en los medios de producción. Surge de manera imperativa la necesidad de la propiedad social, de la planificación central con el poder obrero. Desde el punto de vista de las condiciones materiales, el socialismo es más necesario y actual que nunca.

    De la época histórica del capitalismo, del nivel de desarrollo del capitalismo griego, de la agudización de la contradicción fundamental y del conjunto de contradicciones deriva que en Grecia existen las condiciones materiales para la construcción socialista, que puede garantizar la satisfacción de las necesidades populares que se están ampliando constantemente.

    Hoy día, Grecia tiene gran potencial productivo no utilizado que puede ser liberado solamente a través de la socialización de los medios de producción por el poder obrero, con la planificación central científica de la producción. Tiene mano de obra numerosa y con experiencia e incluso de alta especialización tecnológica y científica. Tiene importantes recursos energéticos nacionales, importantes recursos minerales, producción industrial, artesanal y agrícola, puede satisfacer gran parte de las necesidades del pueblo como son la alimentación y el suministro de energía, los transportes, la construcción de obras públicas de infraestructura y de viviendas populares. La producción agrícola puede apoyar diferentes sectores de la industria.

    Las tareas del KKE para la revolución socialista

    El KKE trabaja en la dirección de la preparación del factor subjetivo en la perspectiva de la revolución socialista, aunque el período de su manifestación está determinado por las condiciones objetivas, la situación revolucionaria.

    La actividad del KKE en condiciones no revolucionarias contribuye decisivamente a la preparación del factor subjetivo (Partido, clase obrera, alianzas) para las condiciones revolucionarias, para que lleve a cabo sus tareas estratégicas:

    • La agrupación de la gran mayoría de la clase obrera con el KKE, decidida para la revolución.
    • La alianza de la clase obrera con los sectores populares oprimidos en el capitalismo para que algunos se lleven de modo más o menos activo en la lucha revolucionaria, y otros tomen una posición neutral.
    • El apoyo al pueblo revuelto de las fuerzas más amplias posible que se separaron del ejército.
    • La conquista de la supremacía abrumadora de las fuerzas que se reúnen con el KKE contra las fuerzas pequeñoburguesas reaccionarias y vacilantes, en el momento decisivo y en las áreas decisivas. Esta es una importante cuestión política y al mismo tiempo organizativa.

    Las tareas anteriores se llevan a cabo solamente en condiciones de situación revolucionaria; su implementación se desarrollará simultáneamente, e interactuará con la tarea principal y decisiva de agrupar a la mayoría de la clase obrera con el Partido.

    • Más específicamente sobre la situación revolucionaria

    La situación revolucionaria es un factor creado objetivamente.

    Resume el debilitamiento del poder burgués (“los de arriba ya no pueden”) y un aumento repentino en el estado de ánimo y la actividad militante de las masas populares (“los de abajo”) que no quieren seguir viviendo de la manera cotidiana subyugadas al poder de la explotación capitalista, promovidas por el gran y repentino empeoramiento repentino de su nivel de vida que el poder burgués no lo puede manejar.

    En estas condiciones es decisivo el papel de la preparación organizativa y política de la vanguardia del movimiento obrero, del Partido Comunista para la agrupación y la orientación revolucionaria de la mayoría de la clase obrera, sobre todo del proletariado industrial, y para atraer a secciones avanzadas de los sectores populares.

    No es posible predecir de antemano los factores que conducirán a la situación revolucionaria. La profundización de la crisis económica, la agudización de las contradicciones interimperialistas que incluso pueden convertirse en conflictos militares, pueden crear tales condiciones en Grecia.

    En el caso de implicación de Grecia en una guerra imperialista, ya sea defensiva o agresiva, el Partido debe dirigir la organización independiente de la lucha obrera y popular en todas sus formas para que la lucha por la derrota completa de la burguesía -nacional y extranjera como invasor- se vincule con la conquista del poder en la práctica. El Partido tomará la iniciativa y dirigirá la construcción de un frente obrero y popular que va a utilizar todas las formas de lucha, bajo la consigna: El pueblo dará la libertad y el camino de salida del sistema capitalista que mientras prevalece trae la guerra y la “paz” con la pistola en la cabeza del pueblo.

    Durante el proceso revolucionario, la clase obrera y sus aliados forman, como gérmenes, los órganos del poder obrero.

    El potencial de maduración de la situación revolucionaria, de la realización y victoria de la revolución socialista, en un principio en un solo país o en un grupo de países surge de la operación de la ley de la desigualdad económica y política del capitalismo. Las condiciones previas para poner en la agenda la revolución socialista no maduran simultáneamente a nivel mundial. La cadena imperialista se romperá en el eslabón más débil.

    La crisis económica y las guerras imperialistas son amenazas comunes para la clase obrera y los sectores populares de toda sociedad capitalista. Este es el potencial objetivo de que el movimiento de un país se apoye también en la actividad de otro movimiento revolucionario en otro país, sobre todo en los países vecinos, en toda la región. Al mismo tiempo, el curso de la lucha de clases en cada país por separado ejerce influencia en el entorno internacional, tiene un impacto más amplio a nivel regional e internacional. De ello surge también la necesidad de una acción conjunta planificada y coordinada contra toda alianza imperialista cuyo objetivo es suprimir la revolución en un país, el potencial de formar las condiciones para la victoria del socialismo en un grupo de países.

    Más específicamente sobre el frente obrero popular revolucionario

    La agrupación de la mayoría de la clase obrera con el KKE y la atracción de las secciones avanzadas de los sectores populares pasará por varias fases. El movimiento obrero, los movimientos de los trabajadores autónomos en las ciudades y de los campesinos y la forma de expresión de su alianza (la Alianza Popular) con objetivos antimonopolistas-anticapitalistas, con la actividad de vanguardia de las fuerzas del KKE en condiciones no revolucionarias, constituyen la primera forma de la creación de un frente obrero y popular revolucionario en condiciones revolucionarias. Las masas obreras y populares, a través de la experiencia de su participación en la organización de la lucha en dirección de confrontación con la estrategia del capital, se verán convencidas de la necesidad de que su organización y su confrontación adquieran un carácter global y multifacético con el predominio económico y político del capital.

    En condiciones de situación revolucionaria, el frente obrero y popular revolucionario utilizando todas las formas de actividad puede convertirse en el centro del levantamiento popular contra el poder capitalista. Debe prevalecer en regiones básicas, particularmente en los centros industriales, comerciales y de transporte, centros de comunicación y energía, para que se logre la plena desmovilización de los mecanismos de la burguesía y su neutralización, el derrocamiento de la dictadura de la burguesía, el surgimiento y el predominio de instituciones revolucionarias que surgirán del pueblo. Estas instituciones se encargarán de la nueva organización de la sociedad y del establecimiento del poder obrero revolucionario.

    En el proceso revolucionario el impacto de las posiciones oportunistas y reformistas y la necesidad de combatirlas, de marginarlas en el frente obrero y popular serán constantes.

    En las condiciones de situación revolucionaria, el frente obrero y popular se expresará también a través de comités de protección de las huelgas y de otras formas de levantamiento. Adquiere la capacidad y los medios para salvaguardar la revolución en todas sus fases, para imponer el control obrero en las fábricas, en los bancos, en la producción agrícola junto con los campesinos pobres, para alimentar el pueblo, para confrontar los diversos mecanismos de la reacción.

    El frente obrero revolucionario adquiere la capacidad de oponerse a la violencia del capital con su propia violencia, la capacidad de hacer paralizar el personal del enemigo clasista, de neutralizar sus planes contrarrevolucionarios, de separarlo del apoyo activo de la gente, de los que vienen de la clase obrera y del pueblo. Tiene la capacidad de expresar e integrar en esta dirección de lucha a los sectores pobres de los campesinos, los sectores populares de los autónomos en las zonas urbanas, de los semiproletarios, los desempleados y los inmigrantes.

    Las revoluciones socialistas del siglo 21 en comparación con las revoluciones burguesas del siglo 18 y del siglo 19, o incluso con las revoluciones socialistas del siglo 20, tendrán que confrontar una máquina de represión mucho más organizada, medios de información tecnológicamente más avanzados y medios de destrucción masiva. Tendrán que confrontar los mecanismos de la violencia estatal capitalista incorporados en estructuras interestatales como la OTAN, el Euroejército, la Policía Europea, la fuerza de Gendarmería Europea, etc.

    A pesar del desarrollo tecnológico, el ser humano no deja de ser el factor clave en la utilización y tratamiento de estos mecanismos. De esto deriva la capacidad de la actividad obrera-popular de neutralizar estos medios y utilizar las nuevas tecnologías a favor del movimiento revolucionario.

    La conquista del poder obrero en un país contribuye al desarrollo del movimiento obrero revolucionario internacional, a la reconciliación de la clase obrera, de las fuerzas populares, independientemente de su origen étnico, del idioma, de la herencia cultural y religiosa, a la coordinación de la lucha de clases a nivel regional e internacional, a la formación de alianzas revolucionarias, hasta incluso a la defensa de cada revolución socialista contra la actividad capitalista contrarrevolucionaria internacional.

    El papel dirigente del Partido en la Revolución

    El KKE surge prácticamente como fuerza dirigente en el proceso revolucionario, a medida que haya asegurado la línea revolucionaria y su capacidad. y cuenta con organizaciones en las grandes unidades de producción, en sectores y servicios que juegan un papel decisivo en el derrocamiento del poder burgués.

    La independencia organizativa, ideológica y política del KKE existe en todas las condiciones y en todo caso, independientemente de las formas de organización masiva de la clase obrera dedicada a la revolución, de su alianza con los campesinos pobres y otros autónomos que toman parte en el levantamiento.

    La existencia de fuertes organizaciones del Partido y de la KNE garantiza la formación de miembros del Partido y de la KNE capaces de propagar las posiciones ideológicas y políticas del Partido, sobre todo en lοs grandes centros de trabajo y en los centros de formación profesional, así como en las organizaciones de masas, de inspirar confianza, de dar un ejemplo de vanguardia, de acción desinteresada y abnegada, de utilizar las iniciativas de las fuerzas que toman acción, combatiendo el reformismo, el oportunismo y la actividad nacionalsocialista (nazi)-fascista.

    El Partido lucha por la unidad de la clase obrera en Grecia, independientemente de la raza, del origen nacional y el idioma, del patrimonio cultural y religioso.

    La preparación, el equipamiento material e ideológico, la confrontación permanente con el oportunismo son las condiciones previas para la orientación efectiva de la confrontación contra los mecanismos del poder burgués en todos los niveles.

    El papel dirigente del Partido en la concentración de fuerzas para la revolución no será ni una obra de un solo acto, ni un proceso que se desarrollará sin problemas. Habrá fases ascendentes y descendentes, será expresado mediante la concienciación de la mayoría de la clase obrera, la desvinculación de los semiproletarios, de los campesinos pobres y de los demás trabajadores autónomos de la burguesía, de la influencia pequeñoburguesa y oportunista. No es posible predecir todas las fases de este proceso, todos los factores de aceleración o de reducción de la velocidad de los acontecimientos, el estado exacto de cada clase o grupo social, la correlación en las fuerzas combativas de la clase obrera y de los sectores populares. La dirección de este proceso, la capacidad del KKE de dirigir fuerzas de la revolución y de acelerar los acontecimientos será juzgado también por su capacidad de evaluar a tiempo y objetivamente los acontecimientos e intervenir correspondientemente.

    El papel dirigente del Partido, en la práctica y no sólo en el ámbito de las declaraciones, existe también después del derrocamiento del poder del capital como el acto primero de la transición del proceso revolucionario a un nuevo período de lucha de clases. Esto tiene que ver tanto con la abolición de las relaciones capitalistas y la formación de las nuevas relaciones socialistas así como con el enfrentamiento de la reorganización nacional y extranjera de la violencia capitalista.

    El Partido pretende que el poder obrero revolucionario cuente con el apoyo de los movimientos revolucionarios y populares de los países vecinos y otros contra los Estados capitalistas que buscan su derrocamiento. Pretende formar un centro revolucionario común, al menos entre los países vecinos, siempre y cuando existan las condiciones adecuadas.

    El Partido, firmemente comprometido con el internacionalismo proletario, expresa de manera práctica su apoyo al movimiento revolucionario de otros países.

    Cumple con su deber revolucionario sin invalidarlo en el nombre de las dificultades que derivan de la correlación internacional de fuerzas en la lucha de clases, sin considerar la correlación internacional de fuerzas como algo invariable, inmóvil.

    • El socialismo como la primera fase, la fase inferior del comunismo

    El socialismo es la primera fase de la formación socioeconómica comunista; no es una formación independiente. Es el comunismo inmaduro. Es vigente la ley básica del modo de producción comunista: producción planificada para la satisfacción amplia de las necesidades sociales.

    A través de la Planificación Central el potencial de desarrollo del país, todo lo que ha creado la actividad humana en la ciencia, la tecnología y la cultura que garantiza un mejor nivel de vida, de desarrollo intelectual se pone al servicio del pueblo y de sus necesidades. Se erradica el desempleo, la inseguridad laboral, se aumenta el tiempo libre para que el pueblo trabajador, entre otras cosas, pueda participar activamente y ejercer el control obrero, para que se garantice el carácter del poder obrero.

    La construcción socialista es un proceso ininterrumpido, que comienza con la toma del poder por la clase obrera. Inicialmente, se crea un nuevo modo de producción que tiende a abolir completamente las relaciones capitalistas, la relación entre capital y trabajo asalariado.

    • Se socializan los medios de producción en la industria, la energía y el abastecimiento de agua, las telecomunicaciones, las construcciones, las reparaciones, los medios de transporte público, el comercio al por mayor y al por menor y el comercio de importación y exportación, la infraestructura concentrada turística y de restauración.
    • Se socializan la tierra y los cultivos agrícolas capitalistas.
    • Se elimina la propiedad privada y la actividad económica en la Educación, la Salud y el Bienestar, la Cultura y los Deportes, los Medios de Comunicación. Se organizan completa y exclusivamente como servicios sociales.
    • La producción industrial y la mayor parte de la producción agrícola se llevan a cabo con relaciones de propiedad social, Planificación Central, control obrero en todo el espectro de la gestión y la administración.
    • La fuerza de trabajo deja de ser una mercancía. Se prohíbe la utilización de trabajo ajeno, es decir, el trabajo asalariado por los que todavía tienen medios de producción aislados en sectores que no han sido socializados obligatoriamente, por ejemplo, en la artesanía, la producción agrícola, el turismo y la restauración, en algunos servicios auxiliares.
    • La fuerza de trabajo, los medios de producción, las materias primas e industriales y los recursos, se utilizan en la producción y organización de los servicios sociales y administrativos a través de la Planificación Central.

    Se crearán unidades estatales de producción para la producción y procesamiento de productos agrícolas como materias primas o productos de consumo. La realidad griega no requiere redistribución de la tierra. Los agricultores sin tierra trabajarán en las unidades agropecuarias socialistas. La medida de la socialización de la tierra excluye la posibilidad de concentración de la tierra, el cambio de su uso y su mercantilización por productores independientes o en cooperativas.

    Será promovida la cooperativa de producción agrícola que tiene derecho de uso de la tierra socializada como medio de producción. La integración de pequeños campesinos en la cooperativa de producción se realizará en una base voluntaria. Los incentivos para la participación en las cooperativas son: la reducción del coste de la producción a través del trabajo colectivo de cultivo y recolección de productos agrícolas, la protección de la producción agrícola de algunos fenómenos naturales a través de la infraestructura estatal y del apoyo científico y técnico. La concentración, el almacenamiento, la conservación y el transporte de la producción agrícola a través del mecanismo del mecanismo estatal central. La distribución equitativa del tiempo de trabajo en base anual a través de la expansión de la mecanización y de la coordinación central para confrontar a los peligros meteorológicos imprevistos. La reforma del pueblo con elementos rurales que tienen que ver con la educación general, los centros de salud plenamente equipados y conectados con los hospitales de los centros urbanos cercanos, la infraestructura cultural, el transporte etc.

    En la medida en que a través de la cooperativa de producción se socializa el trabajo con el uso de medios de producción mecanizados e infraestructura colectiva, se desarrollarán las condiciones previas para la integración directa en la propiedad social y la incorporación plena en la Planificación Central. En este sentido, se eliminará la contradicción entre la ciudad y el campo, entre la producción industrial y agrícola. El beneficio de los que trabajaban anteriormente en las cooperativas será el mejoramiento de las condiciones de trabajo y de vida.

    La división del trabajo en los medios de producción socializados se hace en base a la planificación central que organiza la producción y los servicios sociales y determina sus proporciones, distribuye los productos, es decir los valores de uso, con el objetivo de satisfacer las necesidades sociales ampliadas. La división del trabajo social es planificada centralmente e integra directamente –no a través del mercado- el trabajo individual, como parte, en el trabajo social total.

    La Planificación Central expresa la configuración consciente de las proporciones objetivas de la producción y la distribución, así como el esfuerzo para el desarrollo global de las fuerzas productivas. Es una relación de producción y distribución comunista que vincula a los trabajadores con los medios de producción, los organismos socialistas. Incorpora la elección prevista consciente de incentivos y objetivos en la producción y tiene como meta la satisfacción amplia de las necesidades sociales.

    Da prioridad a la producción de medios de producción de la que depende el desarrollo de la capacidad de producción en su conjunto y del equipamiento tecnológico, de los servicios sociales, en último análisis de ella depende la capacidad de la reproducción ampliada y el crecimiento de la prosperidad social.

    El plan debe expresar cada vez en mayor grado las leyes que rigen la Planificación Central y aproximarse a las proporciones objetivas de la acumulación socialista ampliada y la prosperidad social.

    La Planificación Central apunta, a medio y largo plazo, al desarrollo generalizado de la capacidad de realizar un trabajo especializado, así como a cambios en la división técnica del trabajo, en el desarrollo general de la productividad laboral y la reducción del tiempo de trabajo, en el sentido de eliminar las diferencias entre el trabajo ejecutivo y el trabajo de supervisión, entre el trabajo manual y el trabajo intelectual.

    La producción agrícola cooperativa se subordina hasta cierta medida a la Planificación Central que determina la parte de la producción y fija los precios estatales en que se concentra el producto por el Estado, así como los precios en que se vende el producto en los mercados populares organizados por el Estado.

    La Planificación Central será organizada por sectores, a través de una sola autoridad unificada del Estado, con ramas regionales y a nivel de industria. La planificación se basará en un conjunto de objetivos y criterios tales como:

    • En energía: El desarrollo de infraestructura para la reducción del nivel de dependencia energética de Grecia, la provisión asegurada adecuada y barata, la seguridad de los trabajadores del sector y de zonas residenciales, el ahorro de energía y alto grado de eficiencia energética. La protección de la salud pública y del medio ambiente. En este sentido, las políticas energéticas tendrán los siguientes pilares: la utilización de todas las fuentes de energía nacionales (de lignito, hidroeléctricas, eólicas, solares, de petróleo y gas natural etc.), la investigación sistemática y el descubrimiento de nuevas fuentes y la búsqueda de colaboración interestatal mutuamente beneficiosa.
    • En transporte: Se dará prioridad al transporte público en lugar del transporte privado, al transporte ferroviario en las tierras continentales del país, al transporte marítimo para las zonas costeras e insulares. Se utilizará el sector socializado de la industria astillera para la construcción, la transformación, la reparación y el mantenimiento de barcos modernos y seguros y material ferroviario.

    Serán planificadas -con el criterio de que su funcionamiento será interdependiente y complementario -el transporte por carretera, avión y todas las formas masivas de transporte- con el objetivo del transporte rápido y barato de personas y bienes, el ahorro de energía y la intervención equilibrada del hombre en el medio ambiente, el desarrollo planificado para la erradicación del desarrollo regional desigual, el control completo sobre la defensa y la seguridad del Estado socialista. La condición previa para esto es la planificación de la infraestructura correspondiente –puertos, aeropuertos, estaciones de ferrocarril, carreteras- y de una industria de producción de medios de transporte.

    • En la industria manufacturera y la minería: se dará prioridad a la producción de medios de producción (p.ej. en la fabricación de maquinaria) a través de la utilización combinada de la industria minera y el desarrollo de sectores respectivos de la manufactura, con el apoyo de la investigación científica nacional.

    Grecia tiene importantes reservas de recursos minerales metálicos como es el bauxita, minerales metálicos (oro, níquel, cobre), recursos minerales para la construcción (perlita, magnesita, mármol etc.).

    La extracción de recursos minerales será combinada con su procesamiento industrial (p.ej. producción de aluminio y de componentes de aluminio pertinentes), el desarrollo de la industria metal y petroquímica, la producción de máquinas y medios de transporte destinadοs a reducir la dependencia del comercio exterior. Respectivamente para los sectores de la manufactura como es la industria química.

    Se garantizará la organización estatal unificada de la producción en la industria alimentaria, de ropa, de cuero, la industria textil y de otros productos de consumo que tiene que ver con las necesidades básicas del pueblo. Se promoverá la relación proporcional entre el sector agrícola (incluidas la ganadería y la pesca) y sectores de la industria para el abastecimiento de una parte de las materias primas necesarias.

    La producción agrícola será basada, en consecuencia, en la producción industrial nacional de fertilizantes, de pesticidas, de pienso, de material genético y reproductivo etc., de máquinas agrícolas, de infraestructura de riego.

    A través de la industria estatal de producción de medicamentos, de productos sanitarios y de tecnología biomédica se busca la autosuficiencia máxima para el suministro de medicamentos gratuitos y otros medicamentos basados en las necesidades de las personas.

    • En el sector de comunicaciones-informática: se aprovechará de las capacidades tecnológicas para mejorar el proceso de producción, de la planificación científica central y del control obrero en la industria, en la gestión, así como en los servicios sociales (telemedicina, educación a distancia etc.). Se dará prioridad a la construcción y mejoramiento de la infraestructura para el desarrollo de la producción industrial nacional de sistemas de automatización, informática y equipos de telecomunicaciones. Se garantizará el acceso barato, rápido, seguro y universal a la comunicación, a la información, al entretenimiento.
    • En la ordenación territorial y las construcciones: La ordenación territorial se llevará a cabo en base a los resultados de la investigación para la definición de nuevas necesidades, la elaboración de reglas y normas, así como de un plan nacional de gestión de residuos, de gestión integral de los recursos hídricos para su protección y utilización teniendo como criterio la prosperidad popular, la construcción de ciudades respetuosas al hombre.

    Se desarrollarán igualmente construcciones para satisfacer las necesidades de vivienda, obras públicas de infraestructura, para apoyar la producción agrícola, la industria, los servicios sociales. La producción industrial podrá satisfacer las necesidades del sector de construcciones en cemento y materias de construcción.

    Se garantizará la vivienda popular de normas modernas en combinación con la remodelación de las ciudades, con infraestructura para un transporte rápido y seguro, de protección contra las inundaciones, los incendios, los terremotos. Se crearán suficientes espacios verdes en combinación con zonas públicas de deportes, cultura y entretenimiento.

    Bajo la responsabilidad de la Planificación Central las organizaciones estatales, las universidades, los institutos etc. organizarán la investigación científica para su desarrollo, la satisfacción de las necesidades populares, la administración de la producción social y los servicios sociales con el fin de desarrollar la prosperidad social.

    Se creará una infraestructura social estatal que prestará servicios sociales de alta calidad para satisfacer las necesidades que hoy están siendo abordadas por el individuo o la familia (por ejemplo restaurantes en los centros de trabajo, en las escuelas, instalaciones para el ocio). Además, se establecerán institutos e instalaciones de bienestar de nivel alto que protegerán, atenderán, asegurarán la dignidad a las personas que no pueden servir sus necesidades por si mismas debido a su edad (niños, ancianos) o debido a una enfermedad (personas con necesidades especiales).

    Todos los niños en edad preescolar tendrán educación preescolar pública y gratuita. La educación escolar gratuita, pública, general y básica de 12 años será asegurada para todos a través de una escuela con estructura, programa, administración y funcionamiento unificados, con infraestructura técnica y un personal capacitado con educación unificada. El objetivo de los sistemas de evaluación es consolidar los conocimientos, desarrollar el pensamiento dialéctico-materialista, la autodisciplina y la colectividad. Se asegurará la educación profesional exclusivamente pública y gratuita después de la educación general (básica) obligatoria. A través de un sistema de educación superior unificado, exclusivamente público y gratuito, se formará el personal científico capaz de enseñar en las universidades y de proporcionar personal especializado en los ámbitos de la investigación, de producción socializada y servicios estatales.

    La Planificación Central creará todas las condiciones previas para el desarrollo de la creación cultural socialista, para su reproducción y difusión masiva, con el fin de lograr un acceso universal al arte y a la educación artística, la preservación y el desarrollo creativo del patrimonio cultural y la contribución del arte en la formación de la conciencia y postura comunista para el desarrollo de la nueva sociedad.

    Se establecerá un sistema de salud y bienestar exclusivamente público y gratuito. Se dará particular énfasis a la prevención y los servicios para asegurar el desarrollo físico y el bienestar psicológico, el desarrollo intelectual y cultural de cada individuo, para asegurar las condiciones ambientales y sociales en general que afectan a la salud pública, la capacidad de trabajo y la actividad social. Hasta que se eliminen como fenómeno social las adicciones a sustancias, habrá servicios sociales especializados para la prevención, el tratamiento y la integración social.

    Cambiarán el papel y la función del Banco Central. La regulación de la función del dinero como medio para la circulación de mercancías se limitará al intercambio entre la producción socialista y la producción agrícola cooperativa, en general con la producción de mercancías de una parte de bienes de consumo que no son producidos por las unidades de producción socialistas hasta la plena eliminación de toda forma de la propiedad privada en los medios de producción y de la existencia de la producción mercantil. El Banco Central controlará las funciones respectivas de ciertas instituciones estatales especializadas de crédito para las cooperativas agrícolas y algunos productores individuales de mercancías.

    El desarrollo de la Planificación Central y la expansión de la propiedad social en todos los ámbitos convertirán el dinero gradualmente en algo innecesario, no sólo en términos de contenido sino también de forma, en una certificación de la contribución individual al trabajo social y medio de distribución del producto social que se distribuye según el trabajo.

    El Banco Central tendrá un papel en el ejercicio de la contabilidad social general y estará conectado con el órgano y los objetivos de la Planificación Central. El Banco Central controlará las transacciones internacionales, interestatales, comerciales, turísticas, siempre y cuando existan Estados capitalistas en la tierra. Estas transacciones se llevarán a cabo exclusivamente por las autoridades estatales. Además, regulará las reservas de oro o las reservas de otras mercancías que funcionan como dinero mundial o reserva general.

    La construcción socialista es incompatible con la participación del país en uniones imperialistas como la Unión Europea, la OTAN, el FMI, la OCDE, con la existencia de bases militares de los EE.UU. y de la OTAN. El nuevo poder, dependiendo de las condiciones internacionales y regionales, tratará de desarrollar las relaciones interestatales con beneficio mutuo entre Grecia y los demás países, sobre todo con países cuyo nivel de desarrollo, los problemas y los intereses inmediatos pueden garantizar una cooperación de beneficio mutuo.

    El Estado socialista buscará cooperar con países y pueblos que objetivamente tienen un interés directo en resistir a los centros económicos, políticos y militares del imperialismo, en primer lugar con los pueblos que construyen el socialismo en sus países. Procurará utilizar toda “ruptura” disponible, que podría ocurrir en el frente imperialista, debido a las contradicciones interimperialistas, para defender y reforzar la revolución y el socialismo. Una Grecia socialista, fiel a los principios del internacionalismo proletario será, en la medida de sus capacidades, un baluarte para el movimiento antiimperialista, revolucionario y comunista internacional.

    • La satisfacción de las necesidades sociales

    Las necesidades populares se determinan en base al nivel de desarrollo de las fuerzas productivas que se ha alcanzado en un período histórico dado.

    Las necesidades sociales básicas (educación, salud, bienestar) se proporcionan a todos de forma gratuita, mientras que otra parte de ellas se cubre por una parte relativamente pequeña del ingreso derivado del trabajo (vivienda, energía, agua, calefacción, transporte, alimentación).

    Una característica de la primera fase de las relaciones comunistas, es decir, de las relaciones socialistas, es la distribución de una parte de los bienes producidos “según el trabajo” lo cual es un resultado de la herencia capitalista que se asemeja al intercambio de mercancías sólo en cuanto a su forma. El nuevo modo de producción no ha logrado aún eliminarla, debido a que no ha desarrollado todavía todo el poder productivo humano necesario y todos los medios de producción en sus dimensiones necesarias por medio del amplio uso de la nueva tecnología. La productividad del trabajo aún no permite una importante reducción del tiempo de trabajo, ni la abolición del trabajo duro ni del trabajo de carácter unilateral como para que sea abolida la necesidad social del trabajo obligatorio.

    La distribución planificada de la fuerza de trabajo y los medios de producción conlleva la distribución planificada del producto social, es decir, señala una diferencia fundamental en relación con la distribución del producto social a través del mercado en base a las leyes y las categorías del intercambio de mercancías.

    El tiempo de trabajo en el socialismo es la medida de la contribución individual en el trabajo social para la producción del producto total. Funciona como una medida de la distribución de los productos del consumo individual que todavía se distribuyen “según el trabajo”.

    El acceso a la parte del producto social que se distribuye “según el trabajo” se determina por la contribución individual de cada persona en la totalidad del trabajo social, sin distinguir entre trabajo complejo o simple, entre trabajo manual o de otro tipo. La medida de la contribución individual es el tiempo de trabajo que se determina por el plan en base a las necesidades totales de la producción social, las condiciones materiales del proceso productivo. El tiempo de trabajo se determina en base a las necesidades especiales de la producción social para la concentración de la fuerza de trabajo en ciertas áreas, ramas etc., a las necesidades sociales especiales tales como la maternidad, los individuos con necesidades especiales etc. La actitud personal de cada individuo en relación a la organización y la ejecución del proceso productivo juega un papel determinante en la productividad del trabajo, la conservación de materiales, la aplicación de tecnologías más productivas, la organización más racional del trabajo, el control obrero en la administración y gestión.

    Se crearán las condiciones previas para el desarrollo de una actitud comunista de vanguardia en cuanto a la organización y la ejecución del trabajo en la unidad de producción o en el servicio social a través de la disminución de los trabajos claramente sin especialización y manuales, la reducción del tiempo de trabajo en combinación con el acceso a programas educativos, de ocio y servicios culturales, a la participación en el control obrero. Se rechazan los incentivos de forma monetaria.

    El poder socialista que hereda del capitalismo un gran número de asalariados que vienen de los servicios de administración del capitalismo (funcionarios públicos, del mecanismo de dirección en las empresas), busca su adaptación política y cultural e integración laboral en las unidades de producción y los servicios sociales socialistas.

    El desarrollo planificado de las fuerzas productivas en el modo de producción comunista libera más y más tiempo del trabajo el cual será utilizado para elevar el nivel educativo y cultural de los trabajadores, para permitir su participación en el cumplimiento de las tareas relativas al poder y la gestión de la producción etc. El desarrollo de la postura comunista hacia el trabajo social directo depende del desarrollo global del hombre como fuerza productiva en un nuevo tipo de sociedad que se construye y de las relaciones comunistas.

    La lucha de lo nuevo contra lo viejo. La necesidad de la erradicación consciente y planificada de los elementos de inmadurez

    La imposición total de las leyes científicas del comunismo exige la superación de los elementos de inmadurez que caracterizan a su fase inferior, el socialismo.

    En el socialismo no se han erradicado todavía los vestigios de los modos de producción anteriores, ni se han formado las condiciones materiales del modo de producción para que asuma plenamente su carácter comunista, para que entre en pleno vigor el principio “de cada cual según su capacidad a cada cual según su necesidad”.

    Inicialmente, siguen existiendo formas de propiedad individual y grupal que constituyen la base para la existencia de relaciones mercancía-dinero.

    Partiendo de la base de su inmadurez económica todavía siguen existiendo desigualdades sociales, la estratificación social, diferencias importantes e incluso contradicciones, como las que existen entre la ciudad y el campo, entre los trabajadores intelectuales y manuales, o entre obreros de alta o baja especialización, que deben ser erradicadas gradualmente y de manera planificada.

    Durante la construcción del socialismo, la clase obrera va adquiriendo progresivamente, y no de manera uniforme, la capacidad de tener una visión general de las diferentes partes del proceso productivo, del trabajo de supervisión y un papel esencial en la organización del trabajo. Como resultado de las dificultades de este proceso, aún es posible que los trabajadores que realizan trabajos de gestión de la producción, los trabajadores que realizan un trabajo intelectual y que tienen una alta especialización científica, tiendan a separar el interés individual y grupal del interés social, o tiendan a reclamar una mayor parte del producto social total, puesto que la actitud comunista hacia el trabajo no ha prevalecido aún. La confrontación de estos fenómenos es un asunto de la lucha de clases que se lleva a cabo en condiciones de construcción socialista, bajo la orientación política del Partido Comunista.

    La revolución social no se puede limitar únicamente a la conquista del poder y la formación de la base económica para el desarrollo socialista, sino que se extiende durante toda la construcción socialista e incluye el desarrollo del socialismo con el fin de alcanzar la fase superior comunista.

    Posteriormente, las nuevas relaciones se amplían y se profundizan, las relaciones comunistas y el hombre nuevo se desarrollan a un nivel superior que garantiza el dominio irreversible del comunismo, dado que las relaciones capitalistas hayan sido abolidas a escala mundial o, al menos, en los países desarrollados y de gran influencia en el sistema imperialista.

    La construcción socialista contiene la posibilidad de una reversión de su curso y de un retroceso al capitalismo, tal como ha mostrado la experiencia del derrocamiento contrarrevolucionario en la URSS y en los demás Estados socialistas. Tal retroceso, en todo caso, constituye un fenómeno temporal en la Historia. La transición de una fase inferior de desarrollo a otra superior no es un proceso ascendente directo. Esto se refleja en la propia historia del triunfo del capitalismo.

    El salto que se produce durante la construcción socialista, es decir, durante el período revolucionario de la transición del capitalismo al comunismo desarrollado, es cualitativamente superior a cualquier otro anterior, puesto que las relaciones comunistas, que no tienen naturaleza explotadora, no se forman en el marco del capitalismo. Se produce una lucha entre las “semillas” de lo nuevo contra los vestigios del “viejo” sistema en todas las esferas de la vida social. Se trata de una lucha por la transformación radical de todas las relaciones económicas y, por lo tanto, de todas las relaciones sociales en relaciones comunistas.

    Durante esta transición prolongada de la sociedad capitalista a la sociedad comunista desarrollada, las políticas del poder obrero revolucionario, con el Partido Comunista como fuerza dirigente, dan prioridad la formación, extensión y profundización, el dominio pleno e irreversible de las nuevas relaciones sociales, no de forma voluntarista, sino en base a las leyes del modo de producción comunista.

    Se trata de una batalla continua por la abolición de toda forma de propiedad grupal e individual de los medios de producción y del fruto de la producción, así como por la abolición de la conciencia pequeñoburguesa que tiene profundas raíces históricas. Se trata de una lucha por la formación de conciencia y actitud comunistas hacia el trabajo directamente social.

    La acumulación socialista que se logrará dará lugar a un nuevo nivel de prosperidad social. Este nuevo nivel permite la extensión gradual de las nuevas relaciones al área de las fuerzas productivas que anteriormente no estaban lo suficientemente maduras como para ser incluidas en la producción social directa. Se amplían continuamente las condiciones materiales para la abolición de toda diferenciación en la distribución del producto social entre los trabajadores en la producción social directa, para la continua reducción del tiempo del trabajo necesario, para elevar continuamente el nivel educativo y cultural y la especialización tecnológica-científica del hombre, para la erradicación de prejuicios religiosos, de puntos de vista, costumbres y actitud social reaccionarios y obsoletos en las relaciones entre los sexos.

    De acuerdo con la ley social universal de la correspondencia entre las relaciones de producción y el nivel de desarrollo de las fuerzas productivas, cada nivel históricamente nuevo de desarrollo de las fuerzas productivas que se alcanza inicialmente por la construcción socialista exige una mayor “revolucionarización” de las relaciones de producción y de todas las relaciones económicas, en el sentido de su completa transformación en relaciones comunistas a través de políticas revolucionarias.

    El desarrollo del modo de producción comunista en su primera fase, el socialismo, es un proceso a través del cual se erradicará la distribución del producto social en forma monetaria. La producción comunista –incluso en su fase inmadura- es producción directamente social.

    • Principios fundamentales de la formación del poder socialista

    El poder socialista es el poder revolucionario de la clase obrera, la dictadura del proletariado. El poder obrero reemplaza todas las instituciones burguesas, que se rompieron por la acción revolucionaria, con nuevas instituciones formadas por el pueblo.

    El poder obrero revolucionario requiere un alto nivel de organización con todos los medios disponibles. Requiere el control obrero en el ejercicio de la gestión de las unidades industriales en primer lugar, en los sectores de importancia estratégica. De esta manera se llevará a cabo su trabajo económico, social y cultural creativo en todas las condiciones –en un posible período de guerra o un período de construcción socialista relativamente más pacífica- para que sea posible el predominio de la mayoría obrera y popular frente a la resistencia organizada nacional y extranjera del capital, su actividad contrarrevolucionaria tras la pérdida de su poder.

    Requiere preparación y capacidad para movilizar rápidamente los medios de producción socializados, toda la fuerza de trabajo a través de la Planificación Central, para restaurar rápidamente las pérdidas producidas durante el período de la crisis nacional que ha precedido, por la resistencia de los capitalistas, así como de las capas medias altas, por el bloqueo económico externo, las intervenciones y las guerras imperialistas etc.

    Los principios fundamentales del poder obrero revolucionario derivan de la posición objetiva de la clase obrera en el proceso de la producción socializada que no ha logrado una conciencia unificada de su papel social.

    El alcance y las formas que utiliza el poder obrero revolucionario para suprimir la actividad contrarrevolucionaria dependen de la postura de las organizaciones políticas y sociales hacia las dos fuerzas en conflicto, la clase obrera y la clase capitalista.

  • La organización del nuevo poder es un asunto de toda la clase obrera. La participación de otras fuerzas sociales.

  • El Estado socialista, como órgano de la lucha de clases que continúa con otras formas y bajo nuevas condiciones, no tiene solamente una función organizativa de defensa-represión. Tiene una función creativa, económica, cultural, educativa bajo la dirección del Partido Comunista. Expresa una forma superior de democracia cuya característica principal es la participación activa de la clase obrera y del pueblo en la formación de la sociedad socialista, en la resolución de las contradicciones antiguas y de las desigualdades sociales, en el control de la administración de las unidades de producción, de los servicios sociales y de dirección, de todos los órganos de poder desde abajo hacia arriba. Se garantiza el ejercicio de crítica en decisiones y prácticas que obstaculizan la construcción del socialismo, denunciando libremente la arbitrariedad subjetiva y el comportamiento burocrático de los cuadros, y otros fenómenos y desviaciones negativas de los principios socialistas-comunistas.

    La base del poder obrero es la obligación de cada persona capaz de trabajar –en la edad que prevé la ley- y a través de su trabajo de ejercer sus derechos y obligaciones hacia los órganos del poder, mientras que los propios órganos, el Estado obrero en general, garantiza el trabajo a de acuerdo a su especialización o reespecialización, independientemente de su nivel educativo, su patrimonio cultural, religioso y lengua.

    La base del poder obrero es la unidad de producción, los servicios sociales, la unidad administrativa, la cooperativa de producción.

    En la asamblea de los trabajadores se establece la democracia obrera directa e indirecta, el principio del control, la concesión de responsabilidad y la revocación.

    El derecho electoral en el poder socialista significa que el trabajador puede elegir y ser elegido en todos los órganos del poder, controlar y revocar a miembros de consejos y delegados, un derecho que se lo pueden privar solamente debido a la implementación de la ley criminal y disciplinario.

    El poder obrero procurará que trabajen las mujeres que son capaces de hacerlo y están por debajo de la edad de jubilación. Las mujeres que no habían trabajado anteriormente y se aproximan a la jubilación tienen garantizado el ejercicio del derecho electoral.

    Lo mismo es cierto para los adultos que no trabajan, por ejemplo los estudiantes que participan a través de la unidad educativa, compuesta por los trabajadores y los alumnos.

    Los jubilados participan en las asambleas de su último puesto de trabajo.

    Sectores de la población con necesidades especiales ejercen sus derechos tanto como jubilados o integrándose en un trabajo con condiciones más favorables o en unidades de educación o producción especiales.

    El poder socialista asegura para los sectores de la población que hablan otros idiomas la preservación de la lengua y de las tradiciones culturales, el conocimiento de sus raíces históricas a través de un programa especial integrado en el sistema educativo y cultural. Elimina los asentamientos separados, toma medidas especiales facilitando su representación en las instancias superiores.

    El poder obrero expresa su alianza con los trabajadores autónomos y los campesinos que participan en cooperativas, dándoles la oportunidad de ser representados por separado a través de sus consejos por los que votan respectivamente también los jubilados. Estos consejos tienen un carácter transitorio dado que corresponden a formas de propiedad transitorias, con el fin de incorporar a estas capas en la producción social directa.

    El carácter obrero del poder se garantiza a través de la composición de todos los órganos regionales y centrales, en los que se representan los trabajadores autónomos y los campesinos en cooperativas.

    Algunas direcciones para la formación de los órganos de poder

    La estructura de los órganos del poder incluye:

    El Consejo Obrero, el Consejo Regional y el Órgano Superior del Poder Obrero.

    El Órgano Superior del Poder Obrero es responsable de la Planificación Central, del trabajo creativo en la economía y en todas las relaciones sociales, para la protección de la construcción socialista, de las relaciones interestatales. Tiene plena autoridad legislativa, ejecutiva, judicial que se organiza respectivamente en estructuras de supervisión.

    Un órgano estatal de importancia particular es la Administración Superior de la Planificación Central que abarca comités para asuntos especiales como son las necesidades especiales de las mujeres, de los jóvenes, de las personas con necesidades especiales etc.

    Todos los órganos se rigen por el principio del centralismo democrático que asegura el carácter integrado de la Planificación Central y la especialización de su implementación.

    El tiempo de trabajo de los miembros de los órganos está regulado en el centro de trabajo para el período concreto de su elección y de acuerdo con sus responsabilidades en los órganos. La ley se excluye cualquier privilegio económico. Lo mismo es válido también para los directores de las unidades de producción y dirección socialistas, de los servicios sociales.

    La administración de la unidad de producción, del servicio social o de la unidad administrativa está constituida por muchas personas, participa en el Consejo Obrero. El asunto del control y de la revocación de la Dirección se puede plantear por todas las instituciones y órganos respectivos.

    El nombramiento –al menos en las unidades de gran tamaño- de un administrador financiero y de un gerente de producción es un asunto de distribución de la mano de obra especializada, tratado por la Planificación Central. Los órganos del poder se verán obligados a crear las condiciones previas para la gestión de la unidad por su personal.

    Los tres niveles de los órganos de poder –centro de trabajo, Regional, Nacional- de acuerdo a la jerarquía, son responsables de la organización de protección de la revolución, de la Justicia Popular, del mecanismo de control.

    En todos los órganos especiales –judiciales, de control, de protección- participan representantes de los trabajadores, así como personal especializado.

    En lugar del Ejército burgués y de los órganos de represión que se disuelven por completo, se forman nuevas instituciones del poder socialista, en base a la lucha revolucionaria por la derrota de la resistencia de los explotadores y por la defensa de la Revolución. Se forman nuevos cuadros de dirección, educados en base a los principios del nuevo poder, jóvenes de familias obreras. Se utiliza la experiencia positiva de la construcción socialista, donde la tarea de protección de las conquistas revolucionarias no se ejecuta sólo por los organismos especiales permanentes, sino además por comités de trabajadores.

    La Constitución Obrera revolucionaria y la legislación respectiva constituirán el nuevo Derecho correspondiente a las nuevas relaciones económicas.

    El poder obrero utilizará todos los nuevos medios técnicos, para lograr una defensa eficaz contra el imperialismo internacional así como el crecimiento de la productividad, la reducción del tiempo de trabajo, especialmente el crecimiento de la capacidad de organización y control de la producción, la abolición del trabajo administrativo innecesario.

    La relación del KKE con el poder obrero

    El KKE, como la vanguardia ideológica y política organizada de la clase obrera, es la fuerza dirigente del poder obrero revolucionario, de la dictadura del proletariado. Justifica su papel revolucionario dirigente porque prácticamente expresa los intereses generales de la clase obrera y las leyes científicas de la construcción socialista-comunista. La clase obrera, incluso cuando participa en el proceso revolucionario, todavía no tiene una conciencia comunista unificada, una actitud comunista hacia el trabajo social directo, hacia la propiedad social, no ha superado la diferenciación entre sus sectores, tal como se desarrollan en el capitalismo. Los miembros y los cuadros del KKE y de la Juventud participarán en todas las formas de organización de la sociedad y ejercerán su papel como dirigentes ideológicos y políticos con autosacrificio, abnegación, sin ningún privilegio económico o de otro tipo.

    Los miembros de la Juventud del KKE, de la KNE, actuarán respectivamente en las escuelas y las instituciones bajo la orientación política de los órganos y las fuerzas del Partido por ejemplo en la educación, en el ejército obrero, en los grupos de protección de la revolución etc.

    El papel de los miembros y de los cuadros del KKE está siendo juzgado constantemente y confirmado o negado en la práctica. Esto les obliga a alcanzar un mayor nivel de conocimiento teórico, científico, técnico para contribuir a la maduración ideológica y política de la clase obrera para su nuevo papel como la fuerza dirigente de la construcción socialista-comunista.

    El KKE es la fuerza política que introduce en todos los órganos del poder obrero la capacidad de llevar a cabo predicciones científicas, de organizar la actividad de una forma planificada, de elaborar los planes políticos para la formación de la base económica socialista, de las nuevas relaciones de producción y distribución, de las nuevas relaciones socialistas-comunistas en todos los niveles de organización de la sociedad, la educación, la cultura, las relaciones entre los sexos, la erradicación de la influencia a largo plazo de doctrinas metafísicas etc.

    El Partido a través de sus miembros en cada ámbito –y la KNE correspondientemente en el ámbito de la educación- expresa su opinión sobre todos los temas (p.ej. candidaturas en los órganos, para la planificación, los informes de trabajo etc.).

    El reconocimiento y la realización del papel dirigente del Partido es el resultado de su formación ideológica, política y organizativa revolucionaria, que está constantemente juzgada en la vida. Se juzga constantemente la relación dialéctica entre la teoría revolucionaria y la práctica revolucionaria, una relación que implica:

    • Un Partido esencialmente comprometido con la ideología comunista revolucionaria, el marxismo-leninismo, de la que va a adquirir la capacidad de interpretar los nuevos fenómenos y orientar la lucha de clases, en base a la necesidad de desarrollar y consolidar el nuevo modo de producción, de consolidar el socialismo como fase inferior del comunismo, como la victoria decisiva de la propiedad social en contra de toda forma de propiedad privada y la victoria final del comunismo.
    • Un Partido con composición obrera en toda su estructura, miembros y cuadros. En particular, en condiciones de estabilización relativa del poder revolucionario, el aumento de las fuerzas del Partido, su rejuvenecimiento no deben producir cambios en la participación mayoritaria de los trabajadores de los sectores productivos de la industria.
    • La composici/span>ón obrera del Partido se combina con la responsabilidad colectiva para que todos los miembros tengan un alto nivel de educación marxista, la capacidad de proteger al Partido y sobre todo a sus órganos superiores ante la penetración de construcciones ideológicas burguesas, de tendencias revisionistas y de decisiones oportunistas.
    • Un Partido capaz de producir-educar a científicos comunistas, y, por lo tanto, un partido que estará en la vanguardia del desarrollo de la investigación, de la adquisición de nuevos conocimientos, así como del amplio uso de sus resultados a favor de la victoria irreversible del comunismo. Órganos de dirección capaces de garantizar la unidad de la clase y del carácter científico que es un precondición para que el Partido desempeñe su papel revolucionario de vanguardia.
    • Un Partido capaz de ampliar y renovar sus vínculos revolucionarios con la clase obrera que crea la riqueza social, en las nuevas condiciones, en los nuevos virajes de la lucha de clases, en cada cambio positivo o negativo- de la correlación de fuerzas en el país y a nivel internacional, con una orientación firme con respecto a la plena abolición de la propiedad privada y la propiedad cooperativa en los medios de producción. La postura de vanguardia de sus miembros y cuadros contribuirá prácticamente en el desarrollo de la actitud comunista hacia el trabajo.

    El KKE viene de muy lejos y llegará más lejos aún, porque “la causa del proletariado, el comunismo, es la más profunda, amplia, universalmente humana”.

    11-14 abril de 2013

    19º Congreso del KKE


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